A la fecha, en ninguna especie estacional (como la equina, caprina, ovina) se había logrado que las hembras ovularan todo el año. Sin embargo, esto se logró recientemente luego que un grupo de científicos mexicanos en colaboración con investigadores franceses, demostraron que la presencia permanente de machos cabríos sexualmente activos evita la aparición del anestro estacional o reposo sexual de las cabras en primavera y verano.
En efecto, como muchos mamíferos estacionales de latitudes templadas y subtropicales, las cabras manifiestan una estación sexual bien definida en el transcurso del año, pues cesan su actividad sexual en primavera y verano, lo que se conoce como reposo sexual o estación de anestro. Durante este mismo periodo, los machos cabríos disminuyen de manera importante su actividad sexual.
La estacionalidad reproductiva provoca que la producción caprina sea también estacional: la disponibilidad de leche para la venta a la industria transformadora (queso, cajeta), así como la de cabrito para la industria restaurantera, se reduce drásticamente durante seis meses al año. La utilización de los machos cabríos sexualmente activos permitirá estabilizar la producción caprino a lo largo del año, según las necesidades del mercado. Además, esta técnica de control reproductivo es sustentable porque no utiliza hormonas exógenas, potencialmente dañinas para la salud humana y el medio ambiente; es barata, adaptada a los sistemas de producción caprina en México, y es accesible a los pequeños caprinocultores de bajos recursos.
En el artículo Sexually active males prevent the display of seasonal anestrus in female goats, disponible en línea y que será publicado en el volumen 69 de la revista Hormones and Behavior correspondiente a marzo del 2015, se describen los resultados que evidencian la importancia de comprender mejor los mecanismos subyacentes de la reproducción estacional, e invitan a explorar nuevas vías no farmacológicas y sustentables para estimular la reproducción en el anestro estacional en las especies de interés agronómico.
El equipo de investigadores del Centro de Investigación en Reproducción Caprina (CIRCA) de la Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro”, dirigido por José Alberto Delgadillo, en colaboración con colegas de la Unidad de Physiologie de la Reproduction et des Comportements del INRA de Nouzilly, en Francia, utilizaron machos cabríos sexualmente activos durante todo el año. En algunos machos indujeron una intensa actividad sexual de enero a junio, meses que corresponden al periodo de reposo sexual, al someterlos a días largos. Además, utilizaron machos sexualmente activos de manera natural de julio a diciembre. Estos machos sexualmente activos se pusieron en contacto permanente con las hembras por año y medio.
Esta metodología mostró que la presencia permanente de los machos sexualmente activos evita la aparición de la estación de anestro, y en consecuencia, las cabras ciclican todo el año. Este efecto estimulante es muy robusto, porque cuando los machos se retiraron, las cabras dejaron inmediatamente de ovular. En cambio, las cabras en contacto permanente con machos cabríos no tratados con días largos, y que mostraron un comportamiento sexual débil de enero a junio, presentaron anestro estacional por más de cinco meses.
Actualmente se considera que el fotoperiodo (variaciones de la duración del día) es el principal factor externo responsable de la estacionalidad reproductiva de los caprinos. Las relaciones socio-sexuales y/o la alimentación tendrían un papel secundario. Sin embargo, estos resultados sugieren que es necesario reevaluar el papel del fotoperiodo y otros factores externos en el control de la reproducción estacional de los mamíferos. Además, evidencian la importancia de investigar las interacciones existentes entre los múltiples estímulos para entender completamente los mecanismos subyacentes que controlan la reproducción estacional.
En entrevista para la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), José Alberto Delgadillo recordó que en 1998 hicieron el primer estudio utilizando machos sexualmente activos e inactivos: “Demostramos que la intensidad de la libido del macho cabrío es fundamental para estimular la reproducción de la hembra en los meses de reposo sexual: todas las cabras en contacto con los machos activos ovularon, pero ninguna ovuló al estar en contacto con los machos inactivos”.
El tratamiento fotoperiódico y la infraestructura para estimular la actividad sexual de los machos en la época de reposo sexual son sencillas: los machos (n=10) se alojan en un corral abierto (6 x 6 m) equipado con focos ahorradores (8, de 65 watts) y un reloj digital que controle automáticamente el encendido y apagado de los focos. Los focos se encienden de 06:00 a 08:00 y de 17:00 a 22:00. De las 8:00 a las 17:00, los machos perciben la luz natural. El tratamiento inicia el 1 de noviembre y termina el 15 de enero. A partir del 16 de enero, los machos perciben únicamente las variaciones naturales del fotoperiodo. De 6 a 8 semanas de haber terminado el tratamiento fotoperiódico, los machos manifiestan una intensa actividad sexual durante dos meses (marzo-abril).
Añadió que con esta metodología se está innovando el ciclo productivo de los caprinos, lo cual permitirá un mejor ingreso a los productores, una mejor rentabilidad, productividad y competitividad de las empresas relacionadas con la transformación y comercialización de los productos caprinos.
“Nuestros resultados originales que se confirmaron año con año, los hemos compartido con productores y científicos en varias partes del mundo”, expuso Delgadillo.
El integrante de la AMC refirió que en nuestro país la cabra constituye generalmente el único ingreso de muchas familias en el medio rural, en donde se localiza la mayor población caprina del país. Por lo tanto, el desarrollo científico y tecnológico de la producción caprina en general, y de la reproducción en particular, es muy pobre, por lo que los resultados obtenidos por él y sus colaboradores en México y Francia son de significativa importancia.
El artículo Sexually active males prevent the display of seasonal anestrus in female goats. J.A. Delgadillo, J.A. Flores, H. Hernández, P. Poindron, M. Keller, G. Fitz-Rodríguez, G. Duarte, J. Vielma, I.G. Fernández, P. Chemineau. Hormones and Behavior, 69, 8-15, se puede consultar en la siguiente liga: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0018506X14002414