*Por culpa del IMPI
La Cámara de Diputados aprobó reformas para facultar al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología a apoyar a sus investigadores, científicos y tecnólogos en el proceso de registro y conservación de sus invenciones ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), a fin de evitar que emigren a otros países a registrar sus patentes.
En el documento se señala que la migración de investigadores y el registro de patentes en otras naciones, se debe al costo, tiempo y trámites complejos que enfrentan en el IMPI; así como a la falta de supervisión del Conacyt a las labores de registro.
La reforma al artículo 2 de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, avalada con 357 votos a favor, 0 en contra y 1 abstención, señala que de acuerdo con investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, en 1995 los mexicanos solicitaron el registro de 567 patentes en el extranjero, para 2003, se había incrementado a 8 mil 124 el número de solicitudes.
Según la United States Patent and Trademark Office, en 2003, la solicitud de patentes de mexicanos en el extranjero fue de174 en España, 170 en Alemania, 170 en Reino Unido, 163 en Suiza, 108 en Canadá, 99 en Brasil, 91 en Japón, 83 en China y 13 en Chile.
De acuerdo con el último informe del IMPI, en 2009 se recibieron 14 mil 281 solicitudes de patente, mientras que en 2008 fueron 16 mil 581; lo que representa una variación real negativa de 13.88 por ciento.
Datos del Consejo de Ciencia y Tecnología del estado de Puebla citan que durante 2009 y 2010 los 597 miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y los mil 200 investigadores independientes registrados ante el Consejo solamente registraron 36 solicitudes de patentes.
En el documento se enfatiza que la patente es un instrumento mediante el cual se protegen las invenciones, descubrimientos y desarrollos que apoyan la labor científica y tecnológica a favor del desarrollo social y económico de una nación, no obstante, los factores mencionados provocan que el gremio científico y tecnológico del país evada el ejercicio de patentar.
Se advierte que de no hacer algo al respecto, la brecha que separa a México de las economías basadas en la aplicación del conocimiento será cada vez mayor, lo que significa en el corto plazo no sólo un problema para el gremio científico y tecnológico, sino del sector económico y productivo en su conjunto, enfatiza el documento.
Diversos directores de Consejos Estatales de Ciencia, consideran que parte importante del problema se debe a la carencia de una cultura para la generación de patentes, se agrega.