La brutal corrupción anidada en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, controlada desde una oficina contigua al despacho del jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Macera Espinosa, ha quedado una vez más en evidencia con la manipulación de expedientes en la sala seis de ese tribunal laboral.
Como se sabe, esa dependencia tiene la misión de velar por los intereses de los trabajadores cuando se registran conflictos entre empleados y patrones, pero regularmente son trámites largos que terminan por fastidiar a la base laboral que abandonan la demanda y permite a los litigantes negociarla, pero con la complacencia de las propias autoridades de la Junta.
Aquí hemos captado la historia del claro manipuleo de expedientes que se registra en la Junta Especial 6 de Conciliación y Arbitraje en el Distrito Federal.
Se trata del expediente 456/2008, por despido injustificado en contra de los empresarios Miguel Ángel y Federico Bracamontes Baz, propietarios del periódico Diario de México y nietos del desaparecido ex gobernador Gustavo Baz Prada, hombro probo que por su intachable carrera pública y profesional, lo hizo merecedor de la medalla “Belisario Domínguez” que otorga el Senado de la República.
Resulta que los prósperos empresarios Federico y Miguel Ángel han sido demandados por casi una veintena de trabajadores, expedientes que mayoritariamente están radicados en la Junta Especial Seis de la Local de Conciliación y Arbitraje.
De esas demandas laborales, solo una, la del trabajador Fernando López Barajas, ha prosperado porque logró acreditar que los Bracamontes Baz son patrones sustitutos y dueños de las empresas Recuma S. A. de C. V. y DDM S. A. de C. V., las cuales fueron creadas para desaparecer todo vestigio de la empresa Editoriales de México, quien desde hace 66 años edita el periódico Diario de México, como único producto que todavía circula en la ciudad de México.
Pero como el resto de los trabajadores no han logrado avances en las notificaciones de los actuarios, los expedientes permanecen en el archivo y cuando alguno de ellos pretende exigir el cumplimiento de los lados emitidos a su favor, aparecen las maniobras de tardanza con complicidad de funcionarios menores y litigantes.
Mañana ofreceremos la reseña sobre la forma en que se manipuló el expediente referido, con pelos y señales.