El Senado de la República exhortó al presidente Enrique Peña Nieto a incluir en el “cuadro básico” de las instituciones públicas prestadoras de servicios de salud, los medicamentos que aún no están dentro del mismo y que resulten idóneos para retardar el progreso, controlar los síntomas y mantener una mejor calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple; así como garantizar el abasto de los ya contemplados.
Lo anterior, precisa el dictamen, a través del Consejo de Salubridad General y de las comisiones Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y la Interinstitucional del Cuadro Básico y Catálogo de Insumos del Sector Salud.
La esclerosis múltiple es considerada una enfermedad autoinmune, crónica, e inflamatoria del sistema nervioso central que se presenta en individuos genéticamente susceptibles e involucra a factores inmunológicos como anticuerpos, complementos y mediadores de la respuesta inmune que tenemos por nacimiento.
Entre los síntomas que se presentan, se encuentra el cansancio, hormigueo, trastornos en la sensibilidad, alteraciones del equilibrio, temblor involuntario, rigidez, espasticidad, debilidad en las extremidades, alteraciones en la vista o en el funcionamiento de la vejiga o intestinos, además de cambios que se presentan en la salud mental.
Al presentar el dictamen, la senadora Maki Esther Ortiz Domínguez, presidenta de la Comisión de Salud resaltó que la esclerosis múltiple, es una enfermedad que ataca la vaina de mielina que envuelve al nervio encargado de transmitir las sensaciones al cerebro y a la médula espinal, lo que provoca discapacidad neurológica en adultos jóvenes, entre la segunda y tercera década de su vida.
La legisladora del Grupo Parlamentario del PAN, señaló que en México dicha enfermedad afecta a 15 jóvenes por cada 100 mil habitantes. Los costos y cuidados que se presentan conllevan al deterioro emocional del paciente y de familiares en el aspecto social y en el gasto económico, pues surgen múltiples necesidades a partir de su diagnóstico, pues se trata de una enfermedad que no tiene cura pero que se puede controlar para contar con una buena calidad de vida.
Adicionalmente, subrayó que muchos de los pacientes que acuden a las instituciones públicas a surtir su tratamiento no lo obtienen sino hasta dos o tres meses después, con lo que se producen recaídas o brotes retrasando el avance logrado cuando se llevaba a tiempo el tratamiento.
Impulsa Senado erradicación de la automedicación y autoprescripción
En la sesión de este día, el Senado de la República también llamó a la Secretaría de Salud, para que en coordinación con sus homólogas estatales, implementen una campaña de concientización que ayude a erradicar la práctica de la automedicación no responsable y la autoprescripción.
La Cofepris deberá llevar a cabo las acciones necesarias para garantizar que los establecimientos que expiden medicamentos, cumplan con los criterios dispuestos en el artículo 226 de la Ley General de Salud, según establece el dictamen.
En el dictamen aprobado se expone que en México, la automedicación es una de los más comunes y preferidas modalidades socorrida por los pacientes.
Detalla que entre los principales factores que influyen en la automedicación, se encuentra la falta de seguridad social, la concentración de médicos en las grandes ciudades y la mercadotecnia de los medicamentos por los diversos medios de comunicación, entre otras.
Además, se expone que de acuerdo con un estudio realizado en 2013 por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México, 78 por ciento de la población se administra algún tipo de medicamento sin consultar al médico para tratar diferentes dolencias o síntomas, y principalmente lo hacen por usos y costumbres en el seno familiar y por recomendaciones que reciben de amigos.
Piden implementar campañas sobre consumo de “medicamentos milagro”
En otro dictamen avalado por el Pleno de la Asamblea, se solicitó a la Secretaría de Salud y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), implementar campañas de información y concientización en las que se destaquen los riesgos a la salud que representa el consumo de los llamados “medicamentos milagro”.
Adicionalmente el Senado requirió un informe sobre las acciones y resultados en el tema, en lo que va de la presente Administración.
Ambas instituciones deberán informar sobre la cotidianeidad con la que se revisan y actualizan las sustancias prohibidas para la elaboración de productos de belleza y acerca de las acciones que se llevan a cabo para controlar y en su caso, asegurar que los productos que se ofertan en espacios informales no sean dañinos para la salud.