Ricardo Monreal Ávila, líder de los cinco senadores que tiene el Partido del Trabajo ensombreció la inauguración de la nueva sede de la Cámara de Senadores que con tanto entusiasmo prepararon priístas y panistas y dijo:

“No hay nada que celebrar, pues mientras se festeja la inauguración del recinto habrán sido ejecutados 16 personas más para sumarse a los casi 40 mil asesinatos en la lucha contra la delincuencia organizada”.

Monreal estrenó a grito abierto la nueva tribuna legislativa y acusó que “hay una clase gobernante sin timón ni dirección, monopartidista y ambiciosa, carente de una visión de Estado, donde los negocios son su prioridad, así como una oligarquía que frena todo lo que no le beneficia a la sociedad”.

A este reclamo se sumó el senador del Partido Convergencia, Dante Delgado, al señalar, aunque más moderado, que la inauguración de la nueva sede debiera ser un paso firme para la restauración de la confianza ciudadana en sus legisladores, pero “lamentablemente no es así porque no hay espacios para celebración alguna”.

Y aquí aprovechó para lanzar reproches al presidente Felipe Calderón: “Es inaceptable que el Ejecutivo federal demande al Congreso reformas legales para lograr eficiencia gubernamental, cuando se han aprobado iniciativas en materia de seguridad sin que haya logrado detener la violencia y su secuela siniestra de más de 35 mil muertos”.

Antes, los priístas, en voz de Manlio Fabio Beltrones, habían señalado que la vía institucional es el mejor camino para canalizar las exigencias de cambio frente a la inseguridad, miseria, desempleo y desaliento.

Consideró que es necesario fijar nuevas reglas y acuerdos que permitan “renovar y fortalecer nuestra capacidad de acción colectiva ante los grandes retos que tenemos”.

Hizo notar que el nuevo recinto se inaugura en un momento en que el Congreso se ha consolidado como un eje de la vida institucional y la gobernabilidad democrática del país.

“Debe de ser también el marco del esquema constitucional de división y equilibrio de poderes”, precisó el coordinador de los senadores priistas.

En este sentido, advirtió que la violencia física, lo mismo que la verbal, amenazan con “exacerbar nuestros temores y diferencias, y volvernos incapaces de comunicarnos y escucharnos”.

Por ello, afirmó que este nuevo Senado mantendrá el mandato de ser un foro de deliberación parlamentaria y acuerdo legislativo que sea fuente de cambio y reforma institucional.

Este nuevo recinto, puntualizó, simboliza la aspiración y capacidad de construir, mediante el diálogo plural e incluyente, un nuevo régimen a la medida de los mexicanos del siglo XXI.

A su vez,  el senador panista  José González Morfín destacó que fueron casi ocho décadas en las que el Senado de la República tuvo como sede la casona de Xicoténcatl, patrimonio histórico que vio pasar a grandes mujeres y hombres que marcaron el destino del país.

Consideró que la mudanza al nuevo recinto no sólo debe ser física sino también intelectual y de actitud para cumplir con eficacia la tarea de legislar, que se suma a los procesos de informar, educar y orientar el debate público.

“Estamos en una situación inmejorable. Hemos robustecido los muros que propician el pleno desarrollo de este órgano legislativo, debemos ahora contar con el compromiso de senadoras y senadores para elevar la calidad de los debates y propiciar los acuerdos legislativos en favor de México”, indicó el presidente de la Junta de Coordinación Política.

El PRD, por conducto de su coordinador, Carlos Navarrete Ruiz, dijo que más que una celebración, la inauguración es una oportunidad para hacer un recuento de la situación del país, “pues no estamos bien” en materia económica, social y de seguridad y “no podemos echar las campanas al vuelo en este 2011”.

Destacó que no obstante los avances políticos “no compartimos el nivel de la democracia mexicana” y las instituciones tienen que ser reformadas sustancialmente, incluyendo al Senado de la República, pues debemos tener mayor productividad, resultados, reformas y acuerdos en beneficio de la población.

“Ese es el reto nuestro. El edifico es simplemente una construcción, pero no es lo trascendente, ni siquiera cuánto se gastó en esto. No lo convirtamos en el centro de la inauguración de esta nueva sede del Senado; eso es secundario, porque lo importante es lo que construyamos entre todos”, asentó.

Por su parte, el senador Arturo Escobar y Vega, del PVEM, expresó que “este no es cualquier día, los poderes de la Unión están aquí reunidos para demostrarle a los enemigos de México que el Estado republicano existe, que es fuerte y no será vencido”.

Hizo un llamado a demostrar  que el cuantioso gasto que se erogó para la construcción de estas nuevas instalaciones no es simplemente un lujo, pues “estamos  ciertos  que a la población no le preocuparía el costo del Senado si les diéramos leyes que protegieran su empleo, el medio ambiente y garanticen paz y seguridad”.