Con el objetivo de promover y fortalecer la vinculación entre la academia y los diferentes órganos de gobierno relacionados con el uso, manejo y gobernanza del recurso suelo, se conformó hoy la Alianza Nacional por el Suelo en beneficio de la sociedad y el ambiente, que agrupará a las instituciones académicas, gubernamentales, administrativas y de la sociedad civil, en el marco del 2015 Año Internacional del Suelo.
La iniciativa de la ONU reconoce al suelo como elemento esencial para el desarrollo de la agricultura, de la seguridad alimentaria mundial, así como para la realización de toda función ecosistémica, elemento clave para la preservación de la vida en la Tie
Por lo anterior, la Alianza, convocada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Academia de Ingeniería (AI), la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y la Sociedad Latinoamericana de la Ciencia del Suelo (SLCS), busca la preservación del suelo pues con ello se estaría en posibilidades de cumplir con algunas metas planteadas a nivel mundial, entre ellas, reducir en 25% las emisiones de efecto invernadero; contar con agua potable y limpia para la vida humana y para el sostenimiento de los ecosistemas terrestres y acuáticos, y alcanzar una agricultura y desarrollo sostenibles.
La firma protocolaria para la conformación de la Alianza Nacional por el Suelo en beneficio de la sociedad y el ambiente se realizó hoy con la presencia del rector de la UNAM, José Narro Robles; los secretarios Juan José Guerra Abud, de la SEMARNAT, y José Murillo Karam, de la SEDATU; Fernando Soto Baquero, representante en México de la FAO; Jaime Urrutia Fucugauchi, presidente de la AMC, y Enrique Fernánadez Fassnacht, director general del Politécnico, quienes integraron la mesa de honor.
En el evento, celebrado en el patio central del Palacio de Minería, Narro Robles destacó que el aumento desmedido de la población, que en tan sólo 115 años pasó de 1,600 millones a 7,250 millones de personas, ha sido un crecimiento importante en un plazo muy corto y que además de este asunto cuantitativo está el gran tema de la forma de vida de las personas “ que buscan un estilo que se basa en la acumulación de bienes, en tener más de lo que necesitamos, y este modelo tal vez es una puerta falsa, pues algunos creemos que esta ideología de vida se traduce en acciones que afectan al planeta”.
Hizo un reconocimiento al llamado que hizo las Naciones Unidas sobre poner atención en la trascendencia que tiene el suelo en su más amplio sentido, y que acogen algunas de las academias de nuestro país.
“Me da mucho gusto que a esta Alianza se puedan sumar las universidades de educación superior del país, así como entidades gubernamentales. Ojalá la Alianza se traduzca en acciones, así sean modestas pero que mantengan el sentido de una organización estructurada en favor del respeto a la vida”.
Por su parte, Jesús Muriño Karam recurrió a la definición científica y aceptada de este recurso para abordar el tema en su intervención, y dijo que suelo es todo aquel que tiene la posibilidad orgánica de generar vida. “Nosotros nos hemos dedicado a tapizar el suelo de cemento; estamos convirtiendo nuestros suelos en roca, y actualmente la expansión de las ciudades es lo que afecta más al suelo”.
Manifestó que si bien la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano a su cargo tiene un apartado en la legislación sobre uso de suelo, su manejo está condicionado por una burocracia que no tiene una visión precisa de planeación urbana, aunado a los cortos periodos legislativos que impiden el ordenamiento de planeación. “Tenemos que empezar a diseñar el país que vamos a heredar y lo haremos con la ayuda de científicos para tomar decisiones mejor orientadas, para saber sobre qué suelos construir y qué suelos respetar, para ello también hace falta modificar acciones a nivel burocrático e ideológico”.
En tanto, Fernando Soto Baquero sostuvo que para lograr satisfacer la demanda de alimentos hacia la mitad del presente siglo bajo el ideal de la FAO, el cual contempla un alimento nutritivo y accesible para todo el mundo, se necesitarían producir más de cinco mil millones de toneladas para una población estimada para el 2050 de 9 mil 300 millones personas, lo cual tendría que hacer con menos tierra, menos agua y menos biodiversidad.
Por lo anterior, la producción de alimentos enfrentará retos que ante el cambio climático vuelve difícil el propósito de la FAO. El organismo considera imprescindible cambiar la forma en la que se producen los alimentos. “Una agricultura y una ganadería más sostenibles podrían retirar cantidades ingentes de CO2. La única manera de alcanzar estas metas es a través de sistemas alimentarios más productivos, más sostenibles y más incluyentes”, dijo Soto Baquero, quien agregó que el mandato de la Alianza Mundial por el Suelo es mejorar la gobernanza del limitado recurso.
En su intervención, Juan José Guerra Abud, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, señaló que en México y con el fin de mejorar los suelos, desde la Comisión Nacional Forestal (Conafor) se trabaja para disminuir la pérdida de corteza forestal, la cual no sólo se debe a la tala ilegal sino también al cambio de uso de suelo.
En este sentido, dijo que se han conformado los inventarios forestales del país, uno por cada entidad, y con la idea de reducir el número de incendios forestales se cuenta con 32 centros estatales de manejo de fuego y seis centros regionales, para que los cerca de 18 mil brigadistas puedan actuar ante un incendio forestal de manera más eficiente.
En tanto, Elena Centeno García, directora del Instituto de Geología de la UNAM, recordó que en 2014, en el marco de las iniciativas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para proteger el recurso suelo, académicos de diferentes instituciones educativas del país dedicados al estudio del suelo se reunieron para discutir posibles acciones para su conservación y su uso sustentable.
Así que tras la declaración del 2015 como el Año Internacional del Suelo y el 5 de diciembre de cada año como Día Internacional del Suelo, y la invitación de la FAO para formar parte de la Alianza Mundial por el Suelo, nació la idea de formar una Alianza nacional por el suelo, mencionó la investigadora.
La mesa de honor también la integraron Bertha Laura Reyes, secretaria general de la SLCS; Jaime Segura, de Sagarpa; Jesús María Moncada, director general del Colegio de Posgraduados; y Pedro Sánchez, académico de la Universidad de Columbia.