Guillermo Pimentel Balderas

Valentín González Bautista, secretario general de la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCEM), afirmó que la propuesta que anunciará el Presidente Enrique Peña Nieto de una gran Reforma al Campo obliga al Gobierno Federal a modificar radicalmente sus políticas públicas agrícolas a fin de proteger las agro cadenas y el sistema alimentario.

Además, consideró que debe tomarse en cuenta proteger el mercado local y regional, garantizando a los productores primarios de las regiones menos favorecidas, precios suficientes y estables, así como políticas comerciales para incentivar la venta de la producción nacional de campesinos.

En entrevista, el líder agrario dijo que con ello se podría “blindar” la comercialización de los productos nacionales ante las crisis económicas y financieras que se han registrado en el mundo en los últimos seis años lo que impacto a la alza a los precios  de los alimentos.

 Luego, anunció que la organización campesina que encabeza junto con CNCU y FEPUR, participarán en la movilización del próximo 31 de enero, del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino, en rechazo a la Reforma Energética y en demanda de una Reforma al Campo que incluya las propuestas de los hombres rurales.

González Bautista argumento que la lenta recuperación a partir de 2010 se explica por el dinamismo de las economías emergentes, principalmente la influencia  que tienen China e India con una población conjunta de más de 2,500 millones de habitantes,  y con una clase media con capacidad de consumo  cada vez mayor.

A juicio del también diputado federal por el PRD, la creciente demanda de productos básicos incrementa sus importaciones en el mercado, tan es así que la dependencia alimentaria de México del exterior llega a 47 por ciento.

Por ello, el dirigente de la Unión General de Obreros y Campesinos de México expuso que para una economía como la nuestra, productora de petróleo, minería y productos agropecuarios, acuícolas, ganaderos y forestales, la recuperación del entorno internacional puede ser una oportunidad  para cambiar el modelo de las políticas públicas aplicadas en la agricultura mexicana.

“En el proceso de globalización que caracteriza a la agricultura mexicana, podemos  identificar con claridad una nueva división del trabajo generada por un acelerado avance de nuevas tecnología para optimizar los procesos de producción aplicando nuevos estándares de calidad e inocuidad de los alimentos”, indicó.

Lamentó que estas tecnologías están ausentes en los campesinos agrícolas del sector social, en cambio el sector privado, particularmente las empresas trasnacionales tienen el monopolio para realizar los procesos de investigación y aplicación de estas tecnologías en el desarrollo agrícola.

“De ahí que en la Reforma al Campo que propone el Ejecutivo Federal se debe considerar la situación que enfrenta el sector social y su carencia de tecnología para producir los alimentos que demandan los mexicanos”, remarcó.