México registra atraso en la renovación del reglamento para la importación y comercialización de plaguicidas, pese a que esto es primordial para que los productores agrícolas puedan acceder a productos que garanticen la protección de cultivos y no sean contaminados por agentes dañinos a la salud.
Ante ello, la Comisión Permanente exhortó al Ejecutivo Federal a que promulgue el Reglamento en Materia de Registros, Autorizaciones de Importación y Exportación y Certificados de Exportación de Plaguicidas, Nutrientes Vegetales y Sustancias y Materiales Tóxico o Peligrosos.
Esto a partir de la iniciativa de los diputados Ernesto Núñez Aguilar y Carla Alicia Padilla Ramos, quienes expusieron que el 28 de diciembre de 2004 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el reglamento en mención, estableciéndose los procedimientos, requisitos y plazo de resolución precisos para la obtención de un registro sanitario de plaguicidas y nutrientes vegetales.
Sin embargo, abundaron, en 2007 la COFEPRIS anunció un proceso de revisión para actualizar el reglamento, por lo que instaló mesas de trabajo donde se estableció como una “necesidad apremiante” modificar dicho ordenamiento para lograr que los productores agrícolas de nuestro país puedan acceder eficazmente a las últimas tecnologías en materia de protección de cultivos que generen un mayor control de plagas y enfermedades y cuya efectividad permita mayores rendimientos en las cosechas.
En diciembre de 2012 la COFEPRIS envió a la Consejería Jurídica de la Presidencia las modificaciones a dicho ordenamiento, mismas que fueron consensuadas por las partes involucradas y dictaminadas positivamente por la COFEMER, “pues permiten establecer un marco jurídico armonioso, acorde a las necesidades del sector y a las políticas públicas que el Presidente de la República ha mandatado, pero que al día de hoy no han entrado en vigor toda vez que el Decreto no se ha publicado en el Diario Oficial de la Federación”, denunciaron los legisladores.
Lo anterior, refrendaron, resulta primordial ante la necesidad de alcanzar un sector agrícola más competitivo, que permita alcanzar mayor producción para el consumo interno y la exportación.