Cada año mueren en México más de 53 mil personas por enfermedades asociadas al tabaquismo; 147 por día y seis de cada 10 diez por el sólo hecho de exponerse al humo del cigarro, destacó la diputada Consuelo Argüelles Loya.
Agregó que de acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), se estima que para 2020 el tabaco causará más muertes que el VIH, la tuberculosis, la mortalidad materna, los accidentes automovilísticos, el suicidio y los homicidios juntos.
Es un hecho ampliamente aceptado por la comunidad científica que la inhalación del humo del tabaco es el responsable de efectos adversos a la salud, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y pulmonares, dijo.
Ante tal situación, propuso modificar el artículo 16 en su fracción VI, de la Ley General para el Control del Tabaco, a fin de que se permita la venta regulada del cigarrillo electrónico como una terapia de reemplazo para evitar el consumo tradicional del cigarro.
Los cigarrillos electrónicos, explicó, no contienen tabaco, sino que son dispositivos recreativos o terapias de reemplazo de nicotina con los que se imita el acto de fumar. Agregó que son dispositivos portátiles alimentados por una batería que liberan una solución de nicotina y propilenglicol, a través de vaporización.
“La novedad es que aunque la nicotina es un derivado del tabaco, los cigarrillos electrónicos no contienen las miles de sustancias tóxicas conocidas y desconocidas del cigarro de tabaco convencional”, comentó.
Los cigarrillos electrónicos, dijo, no son fabricados o distribuidos por la industria tabacalera o farmacéutica. Cientos de pequeños distribuidores los comercializan a través de Internet y centros comerciales. Ellos han estado en el mercado de México por más de tres años y se han vuelto cada vez más populares.
Añadió que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) de la Secretaría de Salud, alertó en 2009 que no hay evidencia científica de que el cigarrillo electrónico sea una efectiva alternativa médica para dejar de fumar; sin embargo, dijo, esta alerta se efectuó hace casi cuatro años y desde entonces se han realizado muchas más investigaciones e informes donde se demuestra la eficacia y seguridad del producto.
“Es nuestra responsabilidad como diputados proponer iniciativas que se ajusten a los derechos humanos y al derecho a la protección de la salud contenidos en la Constitución Federal”, señaló.
La legisladora mencionó que el Gobierno Federal destina anualmente, desde 2008, más de 30 mil millones de pesos para atender las enfermedades relacionadas con el consumo del tabaco, por lo que la regulación del cigarrillo electrónico coadyuvaría a reducir este gasto público.
Concluyó que la industria tabacalera ha montado campañas en contra del desarrollo de los cigarrillos electrónicos pero han sido poco exitosas y en países como Estados Unidos, Canadá, Bolivia, Austria, República Checa, Finlandia, Alemania, Noruega, Italia, Portugal, Reino Unido, China, India, Nueva Zelanda y Suiza, su uso ya es legal y se clasifica como productos médicos, sanitarios o recreacionales.
La propuesta de reforma a la fracción VI del artículo 16 de la Ley General para el Control del Tabaco, turnada a la Comisión de Salud, establece que al tratarse de una alternativa que ayuda a inhibir el uso del tabaco, los cigarrillos electrónicos deberán cumplir con las normas sanitarias en su fabricación y se permitirá comerciar, vender, distribuir, exhibir, promocionar o producir, siempre que no sean un producto del tabaco, aún y cuando contengan alguno de sus elementos, como la nicotina.