El diputado Alfonso Durazo Montaño, secretario de la Comisión de Gobernación, dijo que a pesar de las determinaciones legales que prohíben el despido de mujeres por cuestiones de embarazo, aún se hace de manera frecuente y son pocos los casos que se denuncian.
Señaló que en México muchas mujeres en estado de gravidez ven violados sus derechos humanos, ya que sus empleadores les niegan los permisos para realizarse chequeos pre y postnatales, y su salario a menudo es menor que el de sus pares masculinos.
Por ello, impulsa un punto de acuerdo, turnado a la Tercera Comisión de la Permanente, para exhortar a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y a la Procuraduría Federal de Defensa del Trabajo (Profedet) a garantizar los mecanismos para eliminar y atender la discriminación laboral y los despidos por causas de embarazo.
Durazo Montaño refirió que de acuerdo con un reporte del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), de 2004 a 2012 se registraron 266 quejas contra particulares y 75 reclamaciones contra servidores públicos referentes a la discriminación laboral por causas de embarazo.
El legislador lamentó que exista una gran cantidad de casos en donde las mujeres son víctimas de hostigamiento laboral o de despidos injustificados, así como la falta de mecanismos que garanticen el pleno acceso al sistema de seguridad social y las facilidades que por ley deben otorgarse.
Añadió que en varias ocasiones las mujeres embarazadas son condicionadas a realizar trabajos nocturnos que no deben hacer. Es un problema más con el que se violan constantemente los derechos laborales, apuntó.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el segundo trimestre de 2012 la tasa de participación económica de las mujeres de 15 años y más con al menos un hijo fue de 44.1 por ciento, del total, 97.9 por ciento combina sus actividades laborales con los quehaceres domésticos, precisó el diputado.
Para 2013, agregó, el 69 por ciento de las mexicanas con una ocupación laboral son madres. La mayoría de las mujeres que no son madres trabaja en empresas (48.1 por ciento) y en instituciones (20.4 por ciento), mientras que sólo una de cada cinco (20.9 por ciento) labora en el sector informal.
Detalló que el 96.3 por ciento de las madres que trabajan se dedican a la producción de bienes y servicios. De ellas, el 35 por ciento se desarrolla en el sector informal, 33.5 en empresas y 17.4 por ciento en instituciones; por tipo de ocupación, la mayoría son comerciantes (27.8 por ciento) o trabajadoras en servicios personales (24.6).