Por Federico Campbell Peña

"México hace votos para que se respete el marco que nos hemos dado", que "es claro" y que "solamente permite como excepción a la regla que impide el uso de la fuerza, por un lado el derecho a la legítima defensa, y por otro, las operaciones que estén sancionadas por el Consejo", dijo el canciller José Antonio Meade.

Así pretendía corregir un primer desliz el Secretario de Relaciones Exteriores el pasado 6 de septiembre durante la Cumbre del Grupo de los 20 en San Petersburgo, Rusia.

La confusión había surgido el 28 de septiembre, cuando Meade acudió a la Corte Internacional de Justicia de La Haya en Holanda  como invitado de honor para conmemorar el centenario del Palacio de la Paz.

En honor a la Doctrina Estrada, pilar de la política exterior de México hasta el año 2000, antes del ascenso del panista Vicente Fox Quesada a la presidencia de la República, Meade dictó una conferencia en torno a la “Solución pacífica de las Controversias”. Entre quienes lo escucharon estaba no sólo el Secretario General de la ONU Ban Ki Moon, sino el juez de la CIJ Bernardo Sepúlveda Amor, quien como canciller mexicano en 1983, fue uno de los artífices del Mecanismo de Contadora para la pacificación de América Central.

En una entrevista con la agencia española EFE, Meade dio entrada a una intervención militar sobre Siria, ante las presunciones, en esa fecha aún no demostradas, aunque luego corroboradas por el equipo de expertos de la ONU, de que el régimen sirio había atacado a civiles con armas químicas. Esto fue lo que dijo Meade y asi se publicó:

La Haya.28 de agosto- El canciller mexicano, José Antonio Meade Kuribreña, calificó hoy la necesidad de una intervención militar en Siria de "importante y urgente", pero se mostró partidario de que se "agoten las posibilidades de investigación" abiertas por la ONU.

"Hacemos votos para que los países involucrados muestren la fortaleza de la arquitectura de las instituciones actuales como marco en el que se den los siguientes pasos de una intervención, que a todas luces se exige como importante y urgente" , indicó el canciller mexicano en una entrevista con Efe.

Sus declaraciones, colocadas en el espacio cibernético durante varias horas, habían dado al traste con la Doctrina Estrada en cuanto a los postulados de “No intervención en asuntos internos de otros países y solución pacífica de las controversias”.

Ante la confusión que duró algunas horas, la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un comunicado el mismo 28 de septiembre para aclarar la postura oficial de México:

“Esta mañana el Secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, fue entrevistado en la ciudad de La Haya, Países Bajos, en el marco de las actividades de conmemoración del Centenario de El Palacio de la Paz, sede de la Corte Internacional de Justicia.

Respecto a la situación en la República Árabe Siria, el Canciller:

1. Reiteró la posición de México en torno al conflicto en Siria y expresó que es un tema que pone a prueba la fortaleza de las instituciones que nos hemos dado para resolver este tipo de situaciones.

2. Reiteró la condena de México a la violencia contra la población civil. En diversas ocasiones se ha expresado que México condena el uso de armas químicas por cualquiera de las partes y bajo cualquier circunstancia, por ser violatorio del derecho internacional humanitario.

3. Señaló que el hecho de “que haya siquiera la posibilidad -como dijo el Secretario General de la ONU- de que se estuvieran usando armas químicas, es algo que debe ser fuertemente condenado”.

4. De ahí que México deplore la muerte de cientos de civiles provocada por el presunto uso de armas químicas en Siria.

5. Destacó la importancia y la urgencia que debe asignar la comunidad internacional a detener las muertes y el sufrimiento a los que ha estado expuesta la población siria a lo largo del conflicto.

6. El Canciller subrayó la importancia de que se agoten las instancias de investigación que está llevando a cabo la Misión de las Naciones Unidas sobre el supuesto uso de agentes químicos en Siria. En ese contexto, México está a la espera que esa Misión termine sus trabajos y esté en condiciones de presentar su informe y conclusiones al Secretario General y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

7. También hizo referencia a la fortaleza de la arquitectura de las instituciones internacionales, específicamente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como único órgano facultado para adoptar medidas colectivas en el caso de una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.

Con base en lo anterior, México reitera que la búsqueda de una solución al conflicto en Siria debe apegarse plenamente a los principios y las disposiciones contenidos en la Carta de la ONU, particularmente aquellos relacionados con el derecho del uso de la fuerza”.

Dos días después, el 30 de agosto, el canciller Meade visitó Ankara para reprogramar la visita del presidente Enrique Peña Nieto a Turquía, aplazada de momento. Meade se entrevistó con el canciller turco Ahmet Davutoglu, quien le habría sugerido reunirse con la oposición siria residente en esa ciudad: el Consejo Nacional Sirio, afín de escuchar sus demandas y programar una eventual gira por México y América Central.

En el transcurso de los días, las cosas se fueron aligerando para el canciller Meade, debido a que Washington aceptó la Propuesta de Rusia del 9 de septiembre de conseguir que Siria inicie el desmantelamiento de su arsenal químico y así descartó comenzar cualquier ofensiva militar por el momento.

Fue así como el 13 de septiembre, animada por algunas voces de la sociedad civil mexicana, la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un segundo comunicado para desmarcarse de cualquier intervención militar unilateral:

“El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), da la bienvenida a las iniciativas diplomáticas encaminadas a encontrar una solución política y pacífica a la crisis en Siria, la cual se ha agravado a raíz del uso de armas químicas el 21 de agosto en las afueras de Damasco.

México expresa su honda consternación ante el contenido de los informes de organizaciones no gubernamentales presentes en el terreno, así como de algunos Estados, que aportan evidencias respecto de la utilización de armas químicas, y está a la espera del informe que debe presentar la Misión de Investigación de las Naciones Unidas en Siria.

Nuestro país eleva su más enérgica condena frente al uso de armas químicas. El uso de armas de efectos indiscriminados constituye un crimen de guerra y un crimen de lesa humanidad. Desde el inicio del conflicto, México ha subrayado, independientemente de las circunstancias que prevalezcan en el conflicto de que se trate, la obligación universal de respetar y hacer respetar el derecho internacional humanitario en todo tiempo y lugar.

Fiel a su tradición en favor del desarme y de la proscripción de las armas de destrucción en masa, México impulsó la negociación que condujo a la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, Producción, Almacenamiento y Uso de Armas Químicas y sobre su Destrucción de 1993, la cual cuenta con un sistema de verificación a través de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.

En este contexto, México respalda la propuesta de que el Gobierno de Siria entregue su arsenal de armas químicas a la comunidad internacional a fin de que éstas sean aseguradas, verificadas y destruidas. Tanto la prohibición universal de las armas químicas, como la prohibición de los ataques a la población civil, obligan a una adhesión a los tratados internacionales en la materia.

El Gobierno de México realiza consultas con otros países respecto de la viabilidad de posibles acciones en el marco de los foros multilaterales apropiados, con el objeto de incrementar la presión sobre las partes involucradas en el conflicto.

México reitera que la búsqueda de una solución al conflicto en Siria debe apegarse al derecho internacional, particularmente en todo lo relacionado con el derecho que regula el uso de la fuerza, y llama una vez más al Consejo de Seguridad a actuar con base en la responsabilidad que le confiere la Carta de las Naciones Unidas.”

El 1 de septiembre, el presidente Enrique Peña Nieto emitió en su primer informe de gobierno el mensaje de “México con responsabilidad global”. Si bien no expresó abiertamente que la política exterior se sustente a partir de ahora en la Doctrina Estrada, el presidente marcó un distanciamiento con el eje exterior de su predecesor Felipe

Calderón en distintos temas. El principal, en centrar la relación con Estados Unidos mucho más allá de la agenda de seguridad y narcotráfico. Abrirse a América Latina (reanudar los lazos con Cuba, Venezuela, Brasil).  Pero sobretodo,  al destacar el relanzamiento de las relaciones diplomáticas con la República Popular China, sumamente maltratadas por el ex gobernante panista cuando en 2008 recibió en Los Pinos al Dalai Lama.

De esta manera, el eje México-Washington fortalecido durante el sexenio foxista, con los ex cancilleres Jorge G. Castañeda y Luis

Ernesto Derbez y prolongada por la incondicional del Departamento de Estado Patricia Espinosa, se ha interrumpido de momento por un eje exterior más diversificado donde acorde con la realidad global, la Doctrina Estrada mantiene un peso más protagónico, aunque sea de forma discreta y tras bambalinas.