El robo de combustible “lacera seriamente a la sociedad” por el costo económico e impacto ambiental y a la salud de las poblaciones afectadas por este delito que va en aumento, por lo que es urgente encontrar a los responsables, aseveró el senador Raúl Gracia Guzmán.
Mencionó que la afectación a la salud y al medio ambiente son en muchas ocasiones los que tardan más en recuperarse y en algunos casos los daños no se reparan en su totalidad o quedan secuelas de los mismos.
Por ello, Gracia Guzmán consideró “de suma importancia actuar en consecuencia” y no permitir que ese tipo de delitos rebase a las autoridades y afecte de manera drástica a las poblaciones que se ven afectadas por el derrame del hidrocarburo.
Este delito por sus características y el daño que produce se ha convertido en un problema de Seguridad Nacional, señaló.
Recordó que las bandas de la delincuencia que cometen el robo de hidrocarburos operan en los estados petroleros de Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, además de Chiapas, Guanajuato, Coahuila, Sinaloa, Nuevo León, Puebla, Jalisco, Estado de México y el Distrito Federal.
Refirió que en los últimos tres años a Pemex le robaron 35 por ciento más hidrocarburo y recuperó 40 por ciento menos.
“Tan sólo en 2012 un informe de la antes empresa paraestatal reportó que le saqueaban tres millones 180 mil litros al día. De cada 100 litros robados en ese año Pemex lograba recuperar al menos 1.68 litros”, informó.
Para 2015 la situación ha empeorado, agregó, pues ahora se reporta que el robo es de cuatro millones 293 mil litros, es decir un aumento del 35 por ciento con respecto a 2012.
En ese sentido, comentó que la empresa sólo recuperó 0.80 litros de cada 100 sustraídos de manera ilícita, esto es, una reducción del 52 por ciento.
En lo que va del año según reportó Pemex, ladrones en todo México han perforado dos mil 481 tomas ilegales en oleoductos de la petrolera, un tercio más que en el mismo período de 2013.
“La empresa calcula que ha perdido unos 7.5 millones de barriles por un valor de 15 mil 300 millones de pesos; y eso es lo que le roban al Estado mexicano”, refirió Gracia Guzmán.
Por lo anterior, el legislador panista solicitó a la Procuraduría General de la República (PGR) encontrar a los responsables de las tomas clandestinas de robo de hidrocarburo en contra del patrimonio de Petróleos Mexicanos, especialmente las detectadas en el estado de Nuevo León.
También, pidió a la PGR y a Pemex realizar un esfuerzo conjunto para ubicar las tomas de combustible en dicho estado y proceder a su clausura inmediata.
“En Nuevo León, las tomas clandestinas han generado afectaciones a la salud de los pobladores y el medio ambiente, como es el caso acaecido el 17 de agosto de 2014 en el municipio de Cadereyta de Jiménez, donde a 15 kilómetros de la refinería se presentó una fuga de petróleo en un ducto de Pemex presuntamente resultado de una ordeña que cubrió gran parte del río San Juan”, expuso.
Este derrame de hidrocarburo no ha sido atendido en su totalidad, pues algunos habitantes afectados han señalado que el agua sigue contaminada.
El pasado 8 de octubre el incendio en un pastizal del municipio de Apodaca delató una toma clandestina de Pemex, causando la evacuación de vecinos, dijo.
Otra de las consecuencias por el robo de hidrocarburos, apuntó, es el desabasto de combustible en las gasolineras y centros de distribución de hidrocarburo, mismo que se ha presentado en diversos estados de la República y que ha impedido que exista el combustible suficiente para satisfacer la demanda requerida.
El aumento de las tomas clandestinas en el país es evidente, las bandas dedicadas al robo de hidrocarburo cada vez avanzan más en la implementación de sistemas avanzados y sofisticados para la extracción del hidrocarburo, por lo que es necesario frenar el número de tomas clandestinas, reiteró.