De escándalo en escándalo, ya sea por el abuso en el reparto del multimillonario presupuesto, ya sea por exhibiciones grotescas o por discusiones violentas entre legisladores de un mismo partido, la Cámara de Diputados se sigue erigiendo como el sector más repudiado de la sociedad mexicana.
Y una prueba de ello se dio este jueves, cuando apenas llevaban 45 minutos de “trabajo parlamentario”, cuando el ya conocido diputado del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, encabezó una protesta exhibiendo mantas en contra del presidente Felipe Calderón, a quien acusan de dirigir al país casi siempre en estado de ebriedad.
Esto no gustó a los panistas, quienes optaron por retirarse del salón de sesiones, seguidos por los priístas que no vieron condiciones para continuar “trabajando”.
Pero antes, los propios diputados panistas pasaron la vergüenza de dar la nota violenta, pues dos de sus integrantes se liaron a golpes porque uno de ellos no le concedió la palabra a otro que la pedía durante la reunión de su bancada y el reclamo se produjo en el salón de sesiones.
Así las cosas, la sesión de la Cámara de Diputados fue suspendida, luego de la que la presidencia a cargo del priísta Jorge Carlos Ramírez Marín consideró que no había condiciones para continuarla.