Por Guillermo Pimentel Balderas
Federico Ovalle Vaquera, dirigente de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), aseguró que el salario mínimo de 62.33 pesos diarios son de “hambre y miseria”, ya que sólo tiene una capacidad de compra del 20 %, ante los constantes aumentos en precios de alimentos y el deterioro del poder de compra de los mexicanos, principalmente de las familias del campo.
En entrevista, Ovalle Vaquera criticó los incrementos salariales de 4.5% que negocian empresas y sindicatos, pues los aumentos en precios de alimentos como el kilo de tortilla que, en los primeros tres meses de este año, aumentó en 5.3% o el del frijol “Flor de Mayo” que presenta una tasa de crecimiento superior al 38%, nulificaron el ajuste salarial de los trabajadores.
El dirigente de la CIOAC aseguró que el poder de compra de un salario mínimo en la zona “A” de 62.33 es de 20%, el alza de los precios propició la pérdida en la capacidad de compra en aproximadamente el 80%.
El también diputado federal, expuso que de principios de los 80 hasta el 2006, el salario había perdido 74% de su capacidad de compra; es decir se demostró que el salario de 2006 sólo podía comprar 24% de lo que se compraba a principios de los 80´s.
Considero que la crisis alimentaria de 2008 y la crisis de la economía nacional en 2009, la capacidad de compra a abril de 2012 ha disminuido aún más. La capacidad de compra del salario actual, tomando como referencia el salario mínimo de $ 62.33, es ahora del 20% por lo que la pérdida en la capacidad de compra es del 80% comparando los primeros años de los 80´s a abril de 2012.
Explicó que los datos sobresalientes del incremento de los precios también están vinculados con problemas en la producción y en los primeros meses del 2012; por ejemplo, en el caso del frijol, se cosecharon menos de 400 mil toneladas en el último año, por lo que la repercusión está presente, ya que el precio tuvo el siguiente comportamiento: frijol flor de mayo que costaba 18 pesos, pasó a fines del 2011 a 21 pesos y ahora en abril de 2012 cuesta 25 pesos; es decir en ese periodo tiene una tasa de crecimiento superior al 38%.
Dijo que aunque todos los factores cuentan para estos incrementos, ya no se trata de realizar cambios o aplicar más subsidios para resolver el problema de la caída en la soberanía alimentaria, se requiere ir más allá, se necesitan medidas de profundidad, de cobertura y alcance que implique e involucre a todo el conjunto de políticas, al modelo de desarrollo.
Para Federico Ovalle Vaquera la salida, “es darle vuelta a la página, abandonar el modelo neoliberal y desarrollar un modelo alternativo donde los productores pequeños y las familias rurales sean el eje y se fomente la producción de alimentos que requiere el país”.