El senador del PRD, Benjamín Robles Montoya, informó que se luchará para que en las leyes secundarias sobre la reforma energética se prohíba la técnica de Fracking para la extracción del shale oil y el shale gas, por ser una práctica agresiva para el medio ambiente y para la salud humana.
Lo anterior, durante el foro Impacto Ambiental y Social de Fracking, que organizó el Legislador del PRD y la Alianza Mexicana contra el Fracking, en el Senado de la República, donde se alertó a la ciudadanía sobre la gravedad y las consecuencias de esta técnica
El representante por Oaxaca recordó que la Reforma Energética contempla la exploración y extracción de shale oil y shale gas a manos de la iniciativa privada y la técnica para extraer estos recursos es el fracking, “un procedimiento con altísimo impacto ambiental”.
“La técnica de fracking es un asunto que debe unirnos para combatirla y no permitir que se instale en nuestro país”, señaló Robles Montoya.
Durante la primer mesa del foro especialistas advirtieron de los impactos sociales, económicos y ambientales que se producen por el uso de esta práctica, que consiste en inyectar agua a presión mezclada con arcilla y químicos altamente contaminantes para perforar un pozo.
El Doctor Luca Ferrari, investigador del centro de geociencias, explicó que la producción de petróleo no convencional tiene un costo muy elevado tanto económica, energética y ambientalmente. Y que el proceso de fracking es el más usado para la extracción de shale oil y es shale gas.
Sin embargo, resaltó que un pozo explotado con este método alcanza su máxima producción en un año y tiene una vida útil de máximo 4 años, por lo que es necesario estar constantemente abriendo nuevos pozos, lo que se traduce en un mal negocio por la enorme cantidad de recursos invertidos y la poca rentabilidad.
También mencionó que en Francia se ha comprobado que esta técnica genera actividad sísmica en los terrenos cercanos a los pozos.
En su turno, Claudia Campero, integrante de la Alianza Mexicana contra el Fracking alertó sobre las consecuencias a la salud que provoca este método de extracción, que van desde problemas respiratorios, sangrados, neurológicos, y hasta cáncer de diferentes tipos.
Mencionó que la principal contaminación se da en los mantos acuíferos mediante la filtración de la mezcla de agua, químicos y arcilla que se inyecta al pozo.
Además, señaló que debido al tipo de productos químicos que se utilizan en la mezcla de agua y arcilla para perforar el pozo, se contamina un gran cantidad de agua y del subsuelo cercano a la zona perforada.
Por ello, se manifestó por la prohibición de esta técnica altamente dañina para el ambiente y para la sociedad.
Aroa de la Fuente, investigadora del área de Presupuestos y Políticas Públicas de Fundar, aseguró que la extracción del petróleo y gas por esta práctica no es rentable, porque para llevarla a cabo es necesario hacer una gran inversión económica.
“En Estados Unidos mientras 2 mil pies cúbicos al día se vendía a 3.99 dólares en 2013, el precio de producción de los 2 mil pies cúbico oscilaba entre los 4 y los 6 dólares, es decir el predio de producción era más elevado que el precio de la venta”, explicó.
También señaló que tiene un impacto negativo en la producción agrícola y ganadera, debido a la contaminación que se produce con el Fracking y por los daños a la salud que sufren los pobladores cercanos a los pozos que le impiden trabajar.
Finalmente, la investigadora informó que el negocio real se encuentra en la especulación financiera, pero para la población no existe beneficio alguno; por lo que se pronuncio a favor de prohibir está práctica en México y ni siquiera considerar su regulación en las leyes secundarias próximas a analizarse.