México se convertiría a nivel internacional en el país más caro para invertir en el sector minero, de aplicarse más impuestos a esta actividad, y mermaría la capacidad financiera de los micros, pequeños y medianos productores, advirtió el diputado federal Marcelo de Jesús Torres Cofiño.
En su calidad de presidente de la Comisión Especial de Minería de la Cámara de Diputados, dijo que esta situación se agravaría aún más con la baja en los precios internacionales de los metales preciosos prevista en el corto plazo, lo que colocaría a los mineros en mayor desventaja para competir y mantenerse en el mercado.
Ante este escenario, el legislador alertó del riesgo de perder entre 250 mil a 750 mil empleos directos en la micro, pequeña y mediana minería a nivel nacional, en caso de aplicarse más cargas tributarias.
Torres Cofiño se pronunció por impulsar a esta industria para apuntalar el desarrollo económico del país, y advirtió que debe cuidarse el número de empleos que genera la minería, a fin de que México crezca en un marco de competitividad y productividad que garanticen la sustentabilidad de esta actividad económica.
Durante una reunión de trabajo con la Federación Mexicana de Minería Sustentable, encabezada por Ricardo Montaño Martínez, el presidente de la instancia legislativa urgió a que los gobiernos federal y estatales apoyen con recursos crediticios a estos empresarios.
La banca de desarrollo y fomento debe ofrecer financiamiento con tasas de interés más bajas, en virtud que estos empresarios mineros arriesgan su patrimonio para seguir en operación.
El diputado Torres Cofiño destacó la importancia de que progrese el sector minero, ya que ocupa el cuarto lugar como generador de divisas.
“Tenemos que apostarle a la minería, esa es la idea, falta mucho por hacer en el sector, y eso es una gran oportunidad que no debe desatenderse”, indicó.
Aseguró que la minería practicada en el país, en su mayoría, es responsable y comprometida con el crecimiento económico y con el medio ambiente, aunque reconoció que su regulación debe profundizarse.
Por su parte, Montaño Martínez, quien representa a 25 mil empresarios, calificó al sector minero como la “última trinchera de desarrollo económico e industrial que tiene México” para proyectarse como una potencia, y advirtió del peligro de quiebra en caso de aplicar más impuestos a este sector productivo.
Apoyar a esta industria equivale a implementar una estrategia de seguridad nacional viable para reconstruir el tejido social frente a la violencia e inseguridad, a fin de ofrecer oportunidades reales de empleo a los jóvenes y alejarlos de la delincuencia en los distintos estados de la República, comentó.
Señaló la importancia de impulsar la minería social, vía las cooperativas, para convertir a este sector en redituable para un mayor número de mexicanos, en virtud del potencial que tiene y que en la actual coyuntura económica y social no puede desatenderse.