México, al igual que Alemania y Suiza debe comenzar a abandonar la energía nuclear debido a su alta peligrosidad y daño ambiental, afirmó Mariana Boy Tamborrell, secretaria de Ecología del Partido Verde, quien urgió al Gobierno federal a someter a plebiscito el cierre definitivo de la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde, donde actualmente se produce el tres por ciento de la energía eléctrica del país.
La ecologista explicó que no basta con que el secretario de Medio Ambiente haya declarado que en 20 años no se construirá otra planta nuclear en México y acotó que es necesario hacerlo oficial, sobre todo cuando en la Estrategia Nacional de Energía 2011-2015 se afirma que incrementar la energía nuclear en el país es un factor clave para la Seguridad Energética y la Sustentabilidad Ambiental.
“Es necesario que los ciudadanos opinen si quieren que siga en funcionamiento una planta nuclear en el país, sobre todo cuando vemos que países como Alemania y Suiza ya establecieron un plazo para abandonar definitivamente la energía nuclear y otros como Taiwan, Japón e Italia planean ya no utilizar esta tecnología”, opinó.
Asimismo, pidió a la Secretaría de Energía un análisis serio de la situación en la que se encuentra Laguna Verde, pues es irresponsable dejar que personas inexpertas en el tema determinen, mediante simple observación, que la planta está en óptimas condiciones; por lo que exhortó a hacer públicos los estudios de expertos internacionales sobre la situación actual de la nucleoeléctrica.
Sobre todo cuando Laguna Verde ha estado en el ojo del huracán desde que inició operaciones en 1990, pues 13 días después de su inauguración se escapó vapor radiactivo debido a una fisura en la tubería de circulación principal. Cinco meses antes de esto, 130 mil litros de agua radioactiva fueron descargados en un lago de agua salada. En 1999 se documentaron incidentes que podían llevar a una falla institucional, como las que causaron accidentes nucleares en Windscale (1975), La isla Tres Millas (1979) y Chernobyl (1986), entre otras tantas en los siguientes años.
Por esta situación de peligrosidad, comentó la ecologista, es que las demandas del ex diputado panista, Francisco Fernández Morales, “El Potro”, quien se encuentra privado de la libertad desde diciembre de 2008, siguen vigentes y son justas, ya que la población que habita en los 60 kilómetros a la redonda de la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde necesita rutas de evacuación en caso de un accidente, además de seguros de protección.
Los accidentes de Fukushima y Chernobyl son ejemplos de que los reactores nucleares son un peligro latente, además de que las consecuencias son devastadoras, tanto por su afectación en amplios territorios como en sus efectos en la salud de la población, que se puede extender por generaciones.
De 1952 a 2009, ocurrieron a escala mundial 99 accidentes nucleares (de nivel uno a siete) cuyos daños sumaron más de 20 mil 500 millones de dólares, es decir, más de un incidentes y 330 millones de dólares de daños, por término medio al año en los últimos decenios, por supuesto no se incluye la catástrofe de Fukushima, según datos del profesor Benjamín K. Sovacool, quien ha escrito diversos títulos sobre la energía nuclear.
Finalmente Boy Tamborrell pidió a la Secretaría de Energía no equivocarse, pues la energía nuclear no es una energía limpia o sustentable, toda vez que ésta contamina el agua, aire, suelo, afecta la biodiversidad y es altamente costosa y peligrosa.