*Se empeña en beneficiar a los ricos y poderosos

Integrantes de la Confederación Nacional Campesina protestaron este viernes ante la sede la Financiera Rural, donde demandaron la renuncia de su director Gustavo Merino Juárez por “incapaz” y por aplicar una política crediticia contra el campo mexicano, pues es burocrática, inoperante, insensible y con funcionarios sin vocación de servicio.

Desde temprana hora, los campesinos cenecistas, principalmente de Guanajuato y de San Luis Potosí, arribaron al inmueble de la Fin-Rural, ubicado en la calle de Agrarismo 227, colonia Escandón, en la delegación  Miguel Hidalgo, lugar donde ya los esperaban uniformados y patrullas del gobierno capitalino.

Con mantas, pancartas, cartelones, banderolas y la distribución de volantes a automovilistas, con consignas en contra de los directivos de la Financiera Rural por su política anti-campesina, los cenecistas se manifestaron y con gritos exigieron la renuncia de Gustavo Merino porque, dijeron, “los campesinos de México estamos hasta la madre de mentiras”.

También demandaron a la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que encabeza Ernesto Cordero Arroyo,  explicar el fracaso de la Financiera Rural y lo que va a hacer para resolverlo.

De acuerdo con Gerardo Sánchez García, Diputado Federal y presidente de la CNC, de un universo de 5 millones de productores rurales, solo 22 mil 700 son los que han recibido créditos de esta Institución, lo que resulta una inconsistencia, que “lamentablemente se viven en varias dependencias del Gobierno federal”, afirmó.

El líder de la CNC lamentó que exista una serie de prebendas que se dan en la Financiera Rural, que no son para fomentar el crédito y el financiamiento social, sino para apoyar a empresas que son de las más ricas del país, como Bimbo, Cargill y Maseca, que bien pueden ingresar a la banca comercial.

El diputado federal guanajuatense ha sostenido que se requieren nuevas instituciones, reformar otras y convertir al Estado en rector del desarrollo del campo, donde contemple una banca  de desarrollo y de fomento que lo financie a tasas preferenciales.

Esto obedece, a que una banca de desarrollo rural como lo es hoy la Financiera Rural resulta un lastre para el  país. “Es una banca  que no atiende al sector social y cuando lo hace, las garantías que pide resultan realmente una ofensa para quien solicita un crédito”.

Con la actual dirección de la Financiera Rural el crédito a los campesinos se ha derrumbado hasta en un 80 por ciento ya que con el Banrural hasta en 1989 se financiaba con préstamos a los productores de alrededor de 6 millones 590 mil hectáreas, cifra que en la actualidad no abarca ni siquiera los 2 millones de hectáreas.

La Financiera Rural es una banca del gobierno que no sabe para lo que fue creada, enfatizó, lo que se prueba en que sólo apoya a los productores con mejores y mayores recursos, lo que deja fuera a más de 4 millones de campesinos, la mayoría minifundistas, que configuran al sector social agropecuario del país, concluyó.