En México se han incrementado los peligros físico-químicos por la utilización de plaguicidas no autorizados, los cuales están por encima de los límites permitidos, lo que ha ocasionado rechazos y alertas en mercados internacionales para productos mexicanos.
Así lo reveló el director Ejecutivo de Programas Especiales de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Aldo Heladio Verver y Vargas Duarte, al participar en los “Foros para la Transformación y Modernización del Campo” que organizó La Cámara de Diputados.
Añadió que uno de sus objetivos es que las sustancias tóxicas no generen una problemática de salud pública, por lo que se cuenta con un monitoreo de calidad microbiológica a nivel nacional, que cuenta con dos mil 500 verificadores para tener una amplia vigilancia y ejercer actos de autoridad si no se cumple con las normas y reglamentos establecidos.
Se busca, precisó, reducir la contaminación microbiológica en alimentos, favoreciendo la prevención de infecciones e intoxicaciones alimentarias. El monitoreo sólo considera productos de alto riesgo; se toman muestras y se analiza en una red nacional de laboratorios controlada por la Cofepris, explicó.
Y aunque aclaró que los peligros microbiológicos van a la baja debido al monitoreo, aceptó que se han incrementado los peligros físico-químicos por la utilización de plaguicidas no autorizados, que “están por encima de los límites permitidos y han aumentado los rechazos y alertas en mercados internacionales para productos mexicanos”.
En su oportunidad, David Quiroz Reygadas, de la Gerencia de Sanidad para el Control y Combate de Plagas y Enfermedades Forestales, afirmó que las plagas acaban con muchos más recursos que los incendios forestales, por lo que se debe reducir la incidencia de plagas y enfermedades, en los 68 millones de hectáreas de bosques y selvas que tiene el país, disminuirlas a nivel endémico y atenuar sus efectos económicos, ecológicos y sociales.
Agregó que es necesario modificar la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable para contar con un sistema permanente de evaluación y alerta temprana.
Propuso trabajar con los propietarios y poseedores de esas extensiones, “porque si no son nuestros ojos será muy difícil abarcar todo este universo”; crear una base de datos que sirva de respaldo para cuestiones futuras en el marco del cambio climático; contar con un programa de monitoreo; incrementar acciones de prevención y control; mejorar las capacidades de prevención y capacitación, y actuar rápidamente desde que se identifique un riesgo hasta que se enfrente, así como aumentar la interacción con Semarnat y Profepa en la detección oportuna de especies invasoras y exóticas.