Sonia Rincón Chanona, secretaria de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, advirtió que en México los niños y niñas que laboran en el ambiente artístico lo hacen sin una legislación adecuada que los proteja.
“Hoy en día es evidente el trabajo de los menores de edad en el medio artístico, por lo cual es necesario brindarles mayor seguridad jurídica”, subrayó.
Afirmó que existen casos de mal manejo de las ganancias del niño, niña y adolescentes artistas, donde incluso se ha perdido el patrimonio generado por su trabajo”.
“Actualmente la forma más utilizada de regulación de esta actividad laboral es un contrato atípico, denominado de representación escénica, el cual contiene un clausulado que establece la distribución de los gastos de administración y de las ganancias, que en la mayoría de los casos no favorece al artista y que, además, debe ser administrado por los padres o tutores”.
Por lo anterior, propuso reformas al artículo 429 del Código Civil Federal para establecer que en caso de que los padres, tutor o representante legal sean considerados administradores de los bienes económicos producto del trabajo del menor, tendrán la obligación de crear un fondo de ahorro o fideicomiso a beneficio del menor para que en su mayoría de edad pueda hacer usufructo de él.
De igual forma, agrega un tercer párrafo al artículo 61 de la Ley Federal de Derechos de Autor para precisar que en los contratos de representación escénica en los que el autor o titular sea menor de edad, deberán destinar un porcentaje para un fondo de ahorro o fideicomiso del cual el menor podrá hacer uso de sus ganancias, producto de su trabajo, cuando obtenga su mayoría de edad.
Esto con el objetivo de proteger a todo niño, niña y adolescente que labore, incluyendo a los que son artistas, para que sus padres o tutores no hagan mal uso de sus ganancias, y se les obligue a realizar un fondo de ahorro.
“Muestra de que los niños y jóvenes se encuentran en un estado de vulnerabilidad, se ha documentado en los testimonios de varios artistas de la televisión mexicana e internacional, quienes comienzan sus carreras en telenovelas o programas infantiles para después volverse famosos como cantantes o artistas. Estas trayectorias en su mayoría son vigiladas por sus padres, al igual que sus ganancias”, explicó.
Rincón Chanona dijo que, según datos de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), hay registrados más de 500 socios infantiles en cuyos contratos colectivos no existe normatividad para menores de 14 años y no se puede incluir ninguna cláusula que regule las labores que desempeñan.