A 48 horas de un aniversario más de la masacre en Tlatelolco aquel 2 de octubre de 1968, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, salió a dar la cara este martes a los politécnicos inconformes y desactivó un incipiente movimiento estudiantil impredecible.

Preocupado por la inoperancia de la actual directora del Instituto Politécnico Nacional, Yoloxóchitl Bustamante Díez, pero sobre todo por el impresionante contingente que participó, de manera pacífica y ordenada, para expresar sus demandas, el funcionario atendió la exigencia de los estudiantes y se armó de valor.

Así salió de su oficina localizada en Bucareli y se dirigió al templete que instalaron los estudiantes y tras un dialogo breve, convenció a quienes encabezaban el mitin para que le permitieran leer personalmente la lista de puntos que enlistaron para ser atendidos.

Entre porras, gritos y todo tipo de manifestaciones, siempre en orden aunque con algarabía, Osorio Chong leyó punto por punto y al final entregó el micrófono para que los organizadores condujeran el rumbo del encuentro de cara a la nación, porque alguna televisora transmitió el episodio e vivo y a todo color.

Varios estudiantes hicieron uso de la palabra y dejaron claro que este encuentro con el titular de Gobernación obedeció a la gran movilización que lograron conjuntar, sin permitir provocadores y mucho menos infiltrados del Gobierno o de alguna organización bélica, y no por la voluntad de las autoridades.

A esto, Osorio Chong respondió que el asunto primero debió resolverse en la instancia correspondiente, pero una vez que fue rebasada, el Gobierno federal atendió el llamado al diálogo para intervenir y contribuir en la búsqueda de soluciones.

Acto seguido el funcionario propuso como fecha el viernes tres de octubre para que tuvieran otra reunión similar, pública y abierta de la cara a la nación, para que escucharan las soluciones que les propondrá el Gobierno federal.

Fue un episodio inédito por el formato del diálogo entre Gobernación y los estudiantes del nivel profesional y de esa forma se desactivó un movimiento que pudo salirse de control por la proximidad del ante la proximidad del 46 aniversario de la masacre de Tlatelolco.