Los problemas ambientales son la punta del iceberg de un conjunto de retos económicos, sociales, culturales, políticos y tecnológicos que enfrenta la humanidad.
El aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y energéticos constituye una prioridad mundial, plasmada en distintas políticas públicas, estrategias comerciales e iniciativas en distintos países, señaló Humberto Macías Cuéllar, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM.
La sustentabilidad alude al mantenimiento, a lo largo del tiempo, de las propiedades de los sistemas sociales, económicos y ambientales. Los estudios de la disciplina abordan el aprovechamiento de los recursos naturales y las áreas en que concurren sus tres dimensiones temáticas, explicó.
Así, el desarrollo sustentable se define como la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la habilidad de las futuras para lograrlo. En este contexto y con distintos intereses, diversos actores sociales, políticos y económicos se confrontan al cuestionar lo que debe conservarse, durante cuánto y en qué escala espacial, expuso.
La transdisciplina, que alude a la concurrencia de áreas distintas para el estudio simultáneo de un problema en particular, en un esfuerzo que requiere desbordar los límites disciplinarios, coloca al conocimiento científico en el ámbito del poder, al facilitar el estudio de los procesos respectivos en la actualidad.
Es así, porque el fenómeno no puede explicarse sólo a partir de una visión o de la suma de aportaciones de distintas especialidades, precisó.
En este escenario, selvas, bosques, lagunas costeras y otros ecosistemas deben estudiarse como parte de conjuntos complejos, producto de la convergencia de procesos físico-químicos y biológicos, con los de tipo económico, social y cultural de las poblaciones que interactúan con las comunidades naturales.
Macías consideró que, en este contexto, los proyectos de investigación deben enfocarse a generar procesos de organización comunitaria y de acción participativa al abordar las problemáticas ambientales desde el ámbito territorial, con la colaboración de los habitantes.
En este esfuerzo, los científicos aportan en la construcción de redes de acción e intervención para el manejo sustentable de los ecosistemas, que incorporan a los actores sociales de las comunidades e instituciones involucradas en este tópico.
En un ejercicio conjunto de la población con investigadores de la UNAM en proyectos en el DF, Puebla, Michoacán y Morelos, se construyeron sistemas de información geográfica, plataforma para la toma de decisiones de la comunidad. Se han elaborado planes de desarrollo y acción comunitarios para la creación de estrategias para el aprovechamiento sustentable de recursos naturales y el establecimiento de áreas de conservación, concluyó.