*Contrario a lo que afirma Cordero
Contrario a lo que asegura el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, de que México cuenta con un blindaje de 200 mil millones de dólares para enfrentar la crisis que se avecina por el efecto Estados Unidos, en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM se visualiza otro panorama.
César Armando Salazar, especialista de ese prestigiado instituto de la máxima casa de estudios, asegura que como consecuencia del lento crecimiento de la economía estadounidense y la estrepitosa caída de los mercados financieros internacionales, las perspectivas para México ubicarán el aumento del Producto Interno Bruto entre 3.5 y 4.0 por ciento para finales del 2011, en vez del 4.6 por ciento proyectado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), estimó César Armando Salazar, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
Este menor dinamismo, advirtió el investigador, podría generar incremento en el desempleo y más desigualdad que también agudizaría la pobreza.
En caso de un choque financiero externo de grandes magnitudes, advirtió, no se cuenta con un blindaje suficiente para afrontarlo. Por eso, insistió, si Estados Unidos modera su crecimiento, afectará negativamente la actividad económica nacional, porque el intercambio comercial con el vecino del norte representa más del 80 por ciento.
“México puede disminuir su avance para este año ya que no contaremos con un motor externo, y los internos no avanzan muy bien pues no hemos presentado, desde hace décadas, un proceso de crecimiento robusto sostenido”, indicó.
El especialista en temas macroeconómicos anticipó que de continuar la inestabilidad e incertidumbre, se mantendrá la caída del peso; no sólo en el caso de nuestro país sino también de otros, se han revisado las estimaciones a la baja, y si los problemas se exacerban, seguirá esta tendencia.
En la Unión Americana “aún no terminan las malas noticias, llegaron a un acuerdo inicial y la consecuencia fue una reducción en la calificación de su deuda soberana, pero no convenció su proyecto. Lo más preocupante para México, alertó, es que ese país reducirá su actividad económica”.
En los últimos dos números de la Encuestas sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado -que publica el Banco de México- se anticipaba una revisión marginal a la baja de las proyecciones para este año, aún sin tener en consideración los últimos acontecimientos internacionales, como la degradación de las deuda estadounidense, la caída de las bolsas internacionales del lunes 8 de agosto y sus efectos sobre el tipo de cambio.
Nuestro país tiene una economía estable, vista desde sus principales agregados macroeconómicos financieros como son: un monto de reservas internacionales considerables, déficit de cuenta corriente manejable, déficit fiscal moderado y, hasta hace unos días, una moneda estable que se había fortalecido. Sin embargo, subrayó, esos elementos no garantizan que sea inmune ante grandes choques externos, sean comerciales o financieros.
“El problema es si miras hacia dentro, tenemos una economía debilitada que crece por debajo de lo que debería para crear los empleos necesarios y bien remunerados, lo que ocasiona graves problemas de desigualdad y, al mismo tiempo, alimenta un mercado interno débil”, comentó Salazar López.
De persistir la incertidumbre mundial, un país como el nuestro, “que tiene los motores internos en funciones a la mitad y no hay políticas de estímulo, tendremos un bajo crecimiento”, dijo.
Estos eventos que son malos para la economía del mundo, agregó, pueden ser catastróficos para México. “Nos afectan como a ningún otro país en Latinoamérica, por el vínculo tan cercano con Estados Unidos y porque no somos una economía con un mercado interno sólido”.