“La Beca L’Oréal-UNESCO-AMC es un impulso crucial para el inicio de mi carrera como investigadora, es un reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional y me siento contenta y orgullosa”, dijo Ana Elena Escalante Hernández, una de las cinco mujeres jóvenes ganadoras de la beca en su edición 2012.
En entrevista con la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, señaló que el otorgamiento del galardón en el área de Ciencias Naturales, le “da mucho ánimo para seguir trabajando porque la investigación a veces tiene grandes momentos de frustración, y cuando uno ve que sus ideas tienen trascendencia, que sí convencen a alguien pues es muy agradable”.
La también integrante del Sistema Nacional de Investigadores, realizó un posdoctorado en el Instituto de Biotecnología de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos y su trabajo de investigación se ubica en el ámbito de la Ecología Microbiana. “En particular, mi interés está en comunidades microbianas de suelos áridos de México. Los cambios climáticos tienen el potencial de modificar la composición, metabolismo y funcionamiento de los microorganismos, es una relación de retroalimentación. Pero se sabe muy poco sobre cómo responden los microorganismos ante perturbaciones concretas, es un campo que está en desarrollo”, precisó.
Los microorganismos en general son responsables de la mayor parte del ciclo de nutrientes en el planeta, esto tiene consecuencias en la ecología global por la emisión de ciertos gases y la captura de otros como el bióxido de carbono. “Se conoce relativamente bien el papel y el impacto de esas comunidades, como ocurre en los océanos o en selvas tropicales, pero en ecosistemas desérticos se sabe muy poco y especialmente poco sobre colonias microbianas”, dijo la científica.
Las preguntas que han motivado su trabajo a lo largo de su carrera incluyen: ¿cómo responden distintas comunidades de diferentes ecosistemas ante las mismas perturbaciones ambientales? y ¿cómo responden comunidades microbianas en cuanto a su función ecosistémica?. En particular, le interesa la entrada de nitrógeno a ecosistemas áridos. “El nitrógeno se encuentra en la atmósfera como gas y los organismos no podemos usarlo de esa manera, entonces existen microorganismos que tienen la capacidad de fijar ese gas en formas mineralizadas que son utilizables, por ejemplo, por plantas, y de ahí continuar su ciclo”, explicó.
Se presume, dijo Ana Elena Escalante, que la mayor parte de la entrada de carbono y nitrógeno en la atmósfera a ecosistemas áridos está mediada por microorganismos. Sin embargo, “no se sabe nada de ellos, no sabemos exactamente qué especies viven allí y tampoco sabemos cómo responderían ante perturbaciones ambientales como puede ser el cambio climático global, en alteraciones de precipitación y temperatura específicamente”, dijo.
La investigadora sostuvo que su interés es evaluar la respuesta en diversidad y en función de comunidades microbianas de suelos áridos de México. Vale la pena mencionar, que un poco más de un tercio del territorio nacional es desierto y se sabe muy poco de su ecología en general. Además, añadió Escalante Hernández, se sabe por predicciones de modelos del cambio global que los ambientes áridos van a aumentar su extensión en el planeta, en México en particular.
“Como me interesa contrastar distintos ecosistemas áridos, que son distintos en términos de sus patrones de precipitación y temperatura, quiero hacerlo en un desierto que se conoce como caliente, que tiene lluvias en verano, y otro que se conoce como frío, que tiene lluvias en invierno. Uno está en Coahuila en el municipio de Cuatro Ciénegas, en donde realicé mi doctorado; y el otro sitio es en Baja California cerca de Ensenada, en donde estuve también trabajando un tiempo como investigadora, esos son los dos lugares que me interesan”.
El estudio de la ecología microbiana como tal tiene un origen relativamente reciente, y en particular, el enfoque desde el cual lo ha abordado la científica galardonada, quien explicó: “La aproximación que yo he tomado es no cultivando microorganismos sino a través del análisis de su ADN (ácido desoxirribonucleico) o de sus ácidos nucleicos. Esto tiene una gran ventaja, y es que se sabe que no más de 5% por ciento de la diversidad microbiana que existe en el planeta ha podido cultivarse, entonces estábamos perdiendo una buena parte de conocimiento por esta biodiversidad”.
Es a partir de los años 90 que el estudio del ADN o los ácidos nucleicos en microorganismos “tienen un boom”, con el objetivo, mencionó, de hacer preguntas más allá de sólo cuánta diversidad hay, qué hay o cómo está distribuida. Desde esa perspectiva, “estamos transitando hacia los significados esta diversidad y qué valor funcional tiene. Es un campo nuevo y en México no conozco nadie que esté haciendo esta liga entre la diversidad microbiana y su funcionalidad a nivel ecosistémica, aunque es una tendencia a nivel mundial”, sostuvo.
Ana Elena Escalante se licenció en Biología con mención honorífica por la Facultad de Ciencias de la UNAM y realizó un doctorado en Ciencias en el Instituto de Ecología. Aseguró que la beca “es un buen ejemplo de que sí hay premios, retribuciones o reconocimientos que ayudan a seguir adelante no sólo en términos de ánimos sino de recursos, que necesariamente se requieren para hacer cualquier investigación, aunque el camino no es fácil porque es mucho trabajo, como cualquier otro”.
Finalmente, resaltó la importancia de la experiencia postdoctoral fuera de México para “ver cómo se hace la ciencia en otros lados” y de ser creativo y de tener el gusto para así lograr llegar hasta donde uno se proponga. “En mi familia mis papás son dentistas, soy la única con doctorado, entonces si uno de verdad tiene esa motivación, ese interés, ese gusto, existe la manera de encontrar los recursos y el apoyo”.