El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que despidió a los funcionarios que otorgaron incapacidades legales a un grupo de futbolistas, pero enmudece en los casos de funcionarios que se niegan a pagar las indemnizaciones a que tienen derecho los afiliados.
El organismo reveló que 16 trabajadores administrativos fueron despedidos y 28 sancionados, luego de que se diera a conocer el supuesto fraude que involucra a jugadores del Atlas, quienes cobraron de manera irregular cerca de un millón de pesos.
El IMSS añadió que fue el 12 de octubre de 2012 cuando recibió en la Dirección Jurídica del Instituto una denuncia anónima en la que se menciona que en la Unidad de Medicina Familiar número 3 de la Delegación Estatal de Jalisco del IMSS, se expedían certificados de incapacidad a futbolistas profesionales, sin que los jugadores recibieran la atención médica en esa unidad.
Ante ello, señaló el organismo en un boletín, “la Dirección Jurídica realizó una investigación administrativa, de la cual se conoció que 38 servidores públicos adscritos a dicha unidad médica (23 administrativos y 15 médicos), expidieron ilegalmente certificados de incapacidad a favor de diversos futbolistas por el período de enero de 2011 a agosto de 2012, ocasionando un daño patrimonial al IMSS”.
Asimismo, el Instituto informó que dio parte a la Procuraduría General de la República, por lo que las investigaciones siguen en curso.
Como se sabe, en días pasados se informó que en Jalisco los deportistas cobraron de forma irregular y recurrente incapacidades por supuestas lesiones, las cuales no fueron justificadas ni respaldadas por un estudio médico, por montos correspondientes a su salario íntegro, por un periodo de hasta diez meses.
Sin embargo, durante el tiempo que recibieron el pago de incapacidad, registraron actividad con el equipo de futbol, ya sea con la escuadra sub 20 o el primer equipo.
Pero el IMSS no informa nada sobre la protección a funcionarios que ocultan y prolongan deliberadamente las indemnizaciones a que tienen derecho los pacientes o parientes que ya ganaron procesos por negligencia médica, como es el caso de la desparecida Elvira Paniagua García, a quienes los administrativos y médicos dejaron morir abandonada en un pasillo del hospital de urgencias Magdalena de las Salinas.