El diputado Andrés Fernández del Valle Laisequilla impulsa punto de acuerdo que exhorta a las autoridades sanitarias de los tres niveles de gobierno a mejorar las capacidades de sus laboratorios, a fin de detectar el virus del Zika.
Asimismo, preparar los servicios de salud para responder a una mayor demanda en la atención de síndromes neurológicos, y fortalecer las actividades de consulta y control prenatal, debido al incremento de anomalías congénitas en áreas donde circula dicho virus.
Advirtió que uno de los agravantes del Zika es que nuestro sistema inmunológico no lo reconoce y carece de respuesta para atacarlo, debido a que hace apenas unos meses entró al continente americano por primera vez, lo que nos vuelve más vulnerables.
La fiebre del Zika es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, manifestando síntomas como fiebre leve, sarpullido, dolor de cabeza, dolor en articulaciones y muscular, malestar general y conjuntivitis no purulenta; se presenta en un lapso de entre 3 y doce días después de la picadura del insecto vector. Una de cada cuatro personas infectadas puede no desarrollar estos indicios.
A la fecha no existe vacuna ni tratamiento específico para atacar el Zika, sólo un manejo sintomático que consiste en tomar reposo e ingerir medicamentos para el control de la fiebre.
Fernández del Valle resaltó que hasta noviembre de 2015, la distribución geográfica de los casos confirmados por el virus se circunscribía a Brasil y Colombia; sin embargo, el año pasado se registró el primer contagio en México, cuando la Secretaría de Salud informó que un paciente de 26 años que viajó a Santa Marta, Colombia mostró síntomas y fue trasferido a un hospital para su tratamiento.
Resaltó que en Brasil se encontró el virus en el líquido amniótico de dos mujeres embarazadas, cuyos fetos ya tienen indicios de padecer microcefalia ocasionada por la infección del Zika.
Al respecto, el director del Departamento de Vigilancia Epidemiológica de Brasil, explicó que no se habían presentado casos sobre la relación del virus con cualquier tipo de malformación genética.
De acuerdo al Ministerio de Salud de Brasil, a partir de octubre de 2015 se reportaron 3 mil 350 niños con microcefalia, mientras que en 2014 nacieron 150 con dicha malformación, y en enero del presente año, un bebé del estado norteamericano de Hawái nació con este padecimiento, convirtiéndose en el primer ciudadano americano en nacer con el virus.
Ante ello, dijo el legislador Fernández del Valle, es indispensable evitar que enfermedades nuevas como el Chikungunya y Zika causen estragos en la población.
Mencionó que las características socio-demográficas como la densidad de población y la capacidad de adaptación al entorno tiene una relación directa con la distribución, frecuencia y magnitud de las infecciones. De esta manera, en las grandes ciudades, primordialmente donde existen infraestructuras urbanas pobres, constituyen espacios propicios para la creación de hábitats para los vectores de infección y su consecuente reproducción y propagación.
Circunstancias como el cambio climático plantean escenarios preocupantes por la posible expansión de estas enfermedades, el aumento de lluvia tiene el potencial de incrementar el número de criaderos en donde se lleva a cabo la reproducción de los mosquitos y garrapatas que pueden propagar infecciones.
El virus se identificó por primera vez en 1947 en Uganda, específicamente en los bosques Zika. Se descubrió en un mono Rhesus cuando se realizaba un estudio acerca de la transmisión de la fiebre amarilla en la selva.
Análisis serológicos o de suero sanguíneo basados en la búsqueda de evidencias de infección, confirmaron el contagio en seres humanos en Uganda y Tanzania en 1952, pero fue hasta 1968 cuando se logró aislar el virus con muestras provenientes de personas en Nigeria.