Reporteros sin Fronteras expresa su gran preocupación por la seguridad de los periodistas *Carolina Vásquez Araya* y *Jorge Jacobs*, quienes a inicios del mes de octubre fueron víctimas de graves amenazas debido a las columnas que publicaron en el diario *Prensa Libre*.
Sus artículos abordaban temas delicados: uno hablaba de abusos sexuales cometidos contra menores de edad en fincas ubicadas en áreas rurales; otro, de la guerra comercial en el mercado de alimentos y bebidas de la región.
“Carolina Vásquez Araya y Jorge Jacobs han demostrado su valor como periodistas tratando temas tanto graves como riesgosos y sus casos llaman a la movilización de todo el gremio en nombre del deber de informar.
La justicia debe identificar y castigar a los autores de estas amenazas de inmediato, garantizando una protección real a los periodistas afectados. La resolución de estos casos también debe constituir una fuerte señal contra la tendencia a la autocensura”, declaró Reporteros sin Fronteras.
Carolina Vásquez Araya fue la primera en recibir amenazas de muerte, tras haber publicado el 1 de octubre una columna titulada “Día del Niño” (http://www.prensalibre.com/opinion/Dia-Nino_0_784121663.html), en la que denunciaba la violación de niñas, hijas de trabajadores agrícolas, cometida por los administradores o propietarios de fincas. El artículo citaba el ejemplo, narrado por la periodista y escritora *Ilka Oliva*, de una verdadera industria del abuso sexual, organizada durante décadas en una finca algodonera del departamento de Escuintla (sur); las víctimas tenían entre 7 y 14 años de edad.
El artículo también señalaba la responsabilidad de ciertas autoridades e instituciones del país en este tipo de casos, que son numerosos y rara vez se denuncian.
Desde entonces, según informa el Centro de Reportes Informativos de
Guatemala (Cerigua), Carolina Vásquez Araya recibe amenazas por correo electrónico: “vamos a despedazar a tu familia, te la vamos a entregar en un costal de algodón”; “bien sabés que tenemos dinero suficiente para mandarlos a desaparecer a todos, tenemos tentáculos en todos lados”; “dejá el pasado ahí donde está, o te vas a desgraciar el presente, no jugués a la niña justiciera porque te va a caer palo a vos y a esa periodista hija de p….”. Ilka Oliva, quien vive en Estados Unidos, también ha recibido amenazas similares provenientes de Guatemala.
Contactada por Reporteros sin Fronteras, Carolina Vásquez Araya explicó que rechazó la protección de la policía, institución a la que considera poco confiable, y se dijo convencida de continuar con su trabajo. El Ministerio Público y el Procurador de los Derechos Humanos se encargan de su caso.
Respecto a Jorge Jacobs, conductor de los programas “Todo a pulmón” y “+ negocios” de la radiodifusora *Libertopolis*, el 5 de octubre pasado denunció al aire que había sido objeto de amenazas de muerte por una columna que había publicado un día antes en *Prensa Libre* titulada “¿Pepsi bye?” (http://www.prensalibre.com/opinion/Pepsi-bye_0_785921435.html). El artículo mencionaba un rumor según el cual Cabcorp, empresa distribuidora de bebidas carbonatadas, entre ellas Pepsi, podría ser adquirida por otro grupo regional.
El periodista dijo que recibió una primera amenaza contra él y su familia a través de una llamada telefónica en la que se le ordenaba dejar el país en 24 horas. Las intimidaciones continuaron vía un mensaje de texto, una segunda llamada telefónica y un e-mail.
Finalmente, también según el Cerigua, hace poco el gobierno negó publicidad oficial al diario *La Hora* (ordenó que no le dieran anuncios), después de que el periódico publicara artículos relativos a casos de corrupción en los que estaría implicado el gobierno actual. Una audacia que puede costar caro a los periodistas guatemaltecos, tan reticentes a producir información relacionada con temas como el narcotráfico o las secuelas de la guerra civil (1960-1996).