El senador perredista Alejandro Encinas Rodríguez afirmó que “el supuesto blindaje y controles de la Cruzada contra el Hambre, que ha propuesto la Secretaria de Desarrollo Social y han aceptado los líderes de los partidos políticos, es una absoluta simulación”.
Y añadió: “Las propuestas de este supuesto control, sólo evidencia que dicha Cruzada se constituye en una elaborada estrategia de corte electoral, que busca intercambiar votos por la obtención de benéficos que son en realidad una obligación del Estado”.
Reiteró que “la intención de la Cruzada no es eliminar la pobreza, sino controlar a los pobres, ahora bien si efectivamente se quiere cumplir cabalmente con los objetivos planteados, en ésta se deberían realizar las siguientes acciones:
Desaparecer las delegaciones del Gobierno Federal y establecer que los programas se apliquen, se controlen y se ejecuten por los Gobiernos locales, lo cual garantizaría la pluralidad, así como una práctica federalista, que dota a los estados y municipios de la posibilidad de ejercer más recursos y fortalecer su relación con los ciudadanos.
Asimismo, externó que “la revisión del ejercicio de los recursos destinados para abatir las condiciones de pobreza, deberían estar a cargo de la Auditoría Superior de la Federación, así como de los órganos de control de los gobiernos locales”.
Subrayó que “la Cruzada alcanzaría el éxito de “Hambre Cero”, implementada en el Brasil, donde cabe mencionar que se consideró la seguridad alimentaria como un derecho humano y no asistencialista, siendo un programa transversal, coordinado con los gobiernos locales, fundamentalmente los municipios, con una significativa participación ciudadana”.
Por último el senador por el Estado de México manifestó que “debe entonces mostrarse voluntad política para que efectivamente se frene el empobrecimiento de la población y se disminuyan las desigualdades sociales, garantizando los derechos básicos de salud, alimentación, educación, vivienda y trabajo, buscando con esto reconstruir el tejido social”.