Cada año el nivel de mar aumenta dos milímetros de manera natural, este incremento tiene un milímetro adicional por causas antropogénicas, lo que pone en riesgo la salud de las zonas costeras y el bienestar de los asentamientos humanos.
Este aumento del nivel del mar ocasionado por el derretimiento de los glaciares debido al cambio climático, favorece el aumento de la intrusión salina hacia los acuíferos y estuarios, cuerpos hidrológicos que proveen de agua dulce al ser humano, y su eventual salinización afectaría la actividad comercial, turística y la calidad de vida de las personas en las zonas costeras.
Lo anterior fue expuesto por el doctor Arnoldo Valle-Levinson en la conferencia magistral: “Intrusión salina en áreas costeras mexicanas ante el inminente aumento del nivel del mar: ¿debemos preocuparnos?”, dictada durante la ceremonia en la que ingresó como Miembro Correspondiente a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), acto que tuvo como sede el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el acto, José Franco, presidente de la AMC, entregó la constancia a Valle-Levinson que lo acredita como nuevo integrante de la organización en el área de las geociencias. En la actualidad, la Academia cuenta con 2 mil 428 miembros, 92 de ellos bajo la figura de Miembros Correspondientes, 10 de los cuales han recibido el Premio Nobel.
“La Universidad de Florida y la UNAM tienen una colaboración de varios años y éxitos. Nos da mucho gusto que ahora la Academia Mexicana de Ciencias le dé ingreso a un miembro muy distinguido de la comunidad de esa universidad estadounidense”, dijo Franco. Valle-Levinson agradeció a la AMC su nominación y aceptación, y de manera especial a los doctores María Adela Monreal y David Salas de León, quienes promovieron su candidatura, así como a los investigadores Noel Carbajal y Adolfo Gracia por apoyarla e impulsarla.
El experto en hidrodinámica de zonas costeras dijo que el derretimiento de los hielos continentales es ocasionado por el calentamiento global. “Lo que estamos viviendo es una época en la que el nivel del mar está aumentando naturalmente dos milímetros por año, pero a partir del año 2000 este aumento ha superado este registro un milímetro por la influencia antropogénica.
“Ahí viene el mar y con el aumento de su nivel hay una mayor intrusión salina hacia acuíferos y estuarios en México lo que va a ocasionar que el agua dulce que usamos para cubrir las necesidades humanas se vuelva escaso debido a la contaminación por agua salada”, sostuvo.
Describió que estos tres milímetros en cien años se convertirán en 30 centímetros. “En un escenario extremo si aumenta la temperatura y se derrite el suelo de Groelandia, el nivel del mar aumentaría en seis o siete metros, lo que haría desaparecer la península de Yucatán”.
Sin embargo, dijo que un escenario más razonable sería que si se pierde el 8% del hielo continental, que es una revisión más conservadora, aumentaría para el año 2050 cuarenta centímetros y de continuarse emitiendo gases de tipo invernadero a la atmósfera en el 2100 se incrementaría el nivel del mar como mínimo 70 centímetros.
El nuevo Miembro Correspondiente de la AMC apuntó que en los últimos 120 años la Tierra aumentó su temperatura en 0.6 grados Celsius, un incremento normal a nivel global, la preocupación radica en que las proyecciones indican en que la tendencia rebasaría este registro acelerando de manera importante el deshielo de los glaciares polares.
La causa de este aumento, indicó, es debido a factores humanos que han favorecido en la atmósfera la presencia de gases de efecto invernadero, cambios en partículas de aerosol por quema de combustibles fósiles y cambios en la reflectividad de la superficie terrestre.
Valle-Levinson propuso que para evitar un derretimiento acelerado de los glaciares y con ello reducir el aumento del nivel del mar, debían ponerse en marcha tres líneas de acción: mitigación (reducción de viajes aéreos, conservación de energía, utilización de transporte público, reducción de consumo y contaminación del agua); adaptación (planeación para la sustentabilidad de los negocios/industrias, control de especies invasoras, actualización de drenajes); y la combinación de ambas mitigación-adaptación (uso de energías alternativas y mejoramiento de métodos de desalinización con sustentabilidad marina).
Valle-Levinson indicó que todavía no se sabe el efecto de la salinización de los estuarios porque aún se está investigando y ello resulta una pregunta fundamental. Lo que sí sabemos, añadió, es que el acuífero se contamina siempre por sal, pero el aumento del nivel del mar lleva a una mayor intrusión salina, lo que hará más salados a los acuíferos reduciendo la existencia de agua dulce en esos cuerpos hídricos y por consecuencia sería inaccesible al consumo humano.