Historia de un estado ensangrentado

La ebullición social en el estado de Guerrero no es reciente ni responde al carácter rijoso que comúnmente se les atribuye a sus habitantes.

No sería equivocado afirmar que si se le estigmatiza como bastión del México bronco es por el descontento social que provocan los abusos y despojos de las autoridades y los caciques locales; ésta es una constante que, bajo distintos contextos históricos, se repite una y otra vez.

Tal es la conclusión a la que llega el libro Bandolerismo y descontento  social en Guerrero, 1890. La obra, recientemente publicada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, relata un olvidado motín popular en Ayutla de los Libres el 20 de febrero de 1890.

Los protagonistas de aquel episodio, Juan Galeana y Pomposo Morales, decidieron tomar las armas ante las arbitrariedades de los hacendados y del propio prefecto, José Panda; ambos acaudillaron una pequeña rebelión local que llevó casi un año sofocarla al gobierno porfirista.

El autor, Luis Ángel Bellota, investigador del CESOP, basó su estudio en los documentos históricos que resguarda la Universidad Iberoamericana, así como en diversas fuentes hemerográficas de la época.

La obra se apoya en las tesis que concibió a principios de los sesenta Eric. J. Hobsbawm para estudiar un tema hasta entonces desdeñado por historiadores y antropólogos: el bandolerismo.

Bellota aporta datos sobre el tema de los bandidos sociales, explicando las causas por las cuales surgieron estos personajes durante el Porfiriato. 

Cabe mencionar que también hace un recuento del fenómeno a lo largo del siglo XIX, desde finales del Virreinato hasta la consolidación del régimen porfirista.

La investigación va dirigida tanto al público académico como al lector común, se integra por 4 capítulos que pueden ser leídos de forma independiente uno del otro, o bien de principio a fin, y cuenta con un anexo de imágenes.

Destaca en la portada el cuadro costumbrista “Asalto a la diligencia” del pintor Antonio Serrano.