El coordinador del PRD, Silvano Aureoles Conejo, consideró injusto que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) acuse de traición a su partido y lo culpe de lo que se logre o no en las reformas en materia educativa.
“Ha habido una respuesta injusta de parte de quienes encabezan o están en estos movimientos, pensando que la culpa de lo que se logre o no se logre, es nuestra”, señaló en un comunicado.
Dijo que ha habido una respuesta injusta, porque en las negociaciones que sostuvieron la semana pasada legisladores y dirigentes de la CNTE, el PRD fue el único partido que privilegió que se incluyeran las propuestas de los maestros y evitar con ello que se violentaran sus derechos laborales.
Es al revés, agregó, la CNTE “deberían de tener cierto reconocimiento de que hicimos todo lo posible, incluso previo a las manifestaciones de la Coordinadora, lo habíamos estado tratando para evitar que se aprobara la iniciativa, como fue enviada desde el Ejecutivo”.
Silvano Aureoles Conejo aseguró que gracias al PRD se logró sacar del orden del día el dictamen de la Ley General del Servicio Profesional Docente, que se pretendía aprobar en el pasado periodo extraordinario.
“Logramos que se sacara para dar el tiempo necesario de poder discutir con más profundidad entre las diputadas y los diputados, que es nuestra responsabilidad, y además escucharlos a ellos, a los de la CNTE, pero también a especialistas que conocen el tema”, indicó.
Mencionó que tras las intensas negociaciones entre el gobierno federal, la CNTE y los legisladores, se logró incorporar más del 90 por ciento de las propuestas del magisterio en el dictamen de la Ley General del Servicio Profesional Docente, que se aprobó en la madrugada del lunes en San Lázaro.
“Lamentablemente (en la CNTE) voltean las baterías y apuntan para donde no deberían”, señaló.
Recordó que la iniciativa la mandó el Ejecutivo federal y aseguró que “de todos modos la iban a trabar los otros partidos, las otras fracciones parlamentarias, que si no nos hubiéramos metido a fondo, la cosa hubiera estado de otra manera, pero eso no lo reconocen” los maestros.
El diputado perredista refirió que los legisladores del PRD hicieron su trabajo: “se salvaguardaron los derechos laborales de los maestros, quienes quedarán bajo el régimen de la ley laboral vigente y correlacionada con la Ley del Servicio Profesional”.
Insistió en que “no está en riesgo la permanencia para quienes tienen actualmente una plaza definitiva y están incorporados al Sistema de Evaluación Educativa”.
Reiteró que “se quitó el carácter punitivo y represor que tenía esa legislación secundaria y que evidentemente afectaba a los trabajadores; se redujo el tiempo para la basificación del magisterio de dos años a seis meses”.
También, agregó, se definió que el examen de oposición para el ingreso al servicio profesional sea hasta el 2015, previa capacitación y actualización gratuita.
Se estableció la obligación de parte del gobierno de revisar la forma de distribución del fondo de aportaciones para la educación básica y normal, para destinar mayores recursos a aquellas entidades que tienen más rezagos en la materia, como Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Veracruz.
Además se logró que la evaluación educativa no se reduzca solamente a actividades de los docentes, sino que se dirija al Sistema Educativo Nacional en su conjunto y que además se pueda revisar el modelo educativo nacional como lo plantearon los mismos profesores, indicó Aureoles Conejo.
Dijo que se consiguió que la evaluación educativa contemple de manera específica el contexto en el que se desempeñen los trabajadores de la educación y que los criterios que se emitan reconozcan la pluriculturalidad y las diferencias regionales del país.
“No puedes evaluar igual a un maestro del estado de Nuevo León, que a un maestro de Oaxaca o de la ciudad de México”, precisó.
Asimismo, relató que con esta aprobación se trata de acabar con el tráfico de influencias y que ya no solamente sea “el marchómetro” la herramienta para exigir mejores oportunidades o condiciones laborales a los maestros.
“No son traidores, quienes defienden que los niños tengan clases, que haya democracia en el gremio sindical, que se acabe con el rezago educativo, que se mejore la infraestructura de las escuelas, que haya capacitación y mejoramiento continuo de la formación profesional y en consecuencia de sus condiciones laborales de las maestras y los maestros”, consideró el coordinador parlamentario.
Finalmente, invitó de manera cordial a los profesores a sentarse en una mesa para realizar un comparativo de la reforma aprobada y despejar cualquier duda en torno a si esta propuesta viola o no sus derechos laborales.