El nuevo edificio del Senado de la República no está terminado, por eso huele como el rastro de Ferrería, además de que la constructora todavía no nos hace entrega formal de la obra, porque está inconclusa, dijo el líder de los senadores perredistas, Carlos Navarrete.
Aquí sus palabras textuales: “La obra todavía no se entrega. La obra todavía no se recibe, por tanto. No ha habido una entrega recepción de la obra, nos venimos para acá a trabajar para presionar a la constructora, aún sin estar terminada, a acelerar los trabajos.
“Y esta decisión de venirnos a trabajar para acá, en el mes de abril, está teniendo sus consecuencias. Hay todavía un conjunto de detalles que tienen que ser resueltos.
“Que hay alguna gotera en algunas partes, que se tapa una coladera, que el aire acondicionado está muy fuerte o muy bajo, que no han quitado los elevadores de los estacionamientos, que con los aguaceros se taparon las rejillas del patio con el granizo y se desbordó el agua hacia el pleno, que ahorita huele a refrigerador de ferrería, aquí, me di cuenta desde que llegué, no sé qué está pasando con el aire acondicionado.
“O sea, hay un conjunto de temas, pero déjenme decirles una cosa que nadie les ha dicho, sí, el costo del edificio fue muy alto, y va a tener que funcionar perfectamente cuando nos entreguen el edificio en tiempo y en forma, pero normalmente las notas hablan de un palacio del Senado con todas las comodidades para los senadores, pues la verdad es que no estamos en todas las comodidades.
“Aquí durante 20 días yo trabajé en medio del polvo, aquí arriba se escuchaba un taladro que estaba trabajando adjunto y había que limpiar diario la mesa porque se llenaba de polvo. Luego se rompió un tubo y cayó agua aquí en la entrada. Ahora el aire acondicionado huele raro”.