De no darse apoyos a los pequeños y medianos productores lecheros, que reciben en promedio 5.60 pesos por cada litro de leche que venden al gobierno federal e industriales —cuando los costos de producción son de 6.30 pesos— se llevarían al matadero 20 mil vacas al mes, lo que puede ocasionar que el precio del lácteo se dispare a más de 20 pesos el litro, advirtió el Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche.

En este contexto, el líder del Frente, Álvaro González Muñoz, denunció que en el mercado mexicano son comercializados más de 15 millones de litros de leche —una tercera parte del consumo nacional— elaborados con sustitutos importados, lo que además de significar “un fraude para los consumidores” al violar la norma oficial mexicana que regula la información engañosa sobre estos productos, representa “un duro golpe” a los productores del sector social dedicados a la producción de leche.

Con base en ello, advirtió que de no aumentarse a siete pesos el pago por litro de leche que Liconsa, industriales y tiendas departamentales compran a los pequeños y medianos productores lecheros, podría generarse una crisis similar a la del huevo, debido a la especulación.

González Muñoz consideró que durante la administración panista el mercado lechero en México “fue convertido en un caos”, por lo que aseguró que los ganaderos lecheros “están dispuestos a todo por defender esta actividad, esencial para la alimentación de los mexicanos”.

Con información de la revista digital 2000 Agro