El presidente de la Comisión de Competitividad de la Cámara de Diputado, Adolfo Orive Bellinger, dijo que es necesario vincular el sistema educativo con el productivo, para que los profesionistas puedan integrarse al mercado laboral, al contar con los conocimientos que requiere la industria.
En el “Ciclo de Talleres de Competitividad”, destacó que el sistema educativo no ha evolucionado a la par de las plantas productivas. “A nivel mundial estamos pasando por lo que es una tercera revolución industrial, basada fundamentalmente en el conocimiento, y nuestro sistema educativo, desde primaria hasta universidad, no ha evolucionado en ese mismo sentido”, enfatizó.
Ante ello, dijo que se requiere avanzar lo más pronto posible en la elaboración de una Ley Reglamentaria para los artículos 25 y 26 constitucionales, con el propósito de que el proceso educativo esté a la par de las empresas.
En el segundo taller de esta serie, denominado Competitividad en México; procesos y productos, se abordó la importancia de la innovación y, a partir ésta, del incremento de la productividad y competitividad, no sólo de México como país, sino de diferentes sectores económicos, regiones y empresas nacionales.
Al participar, la doctora Gabriela Dutrénit, de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Xochimilco, señaló que la baja inversión del gasto federal en innovación, ciencia y tecnología afecta la competitividad y la economía mexicana.
Propuso crear un consejo de coordinación para definir políticas públicas con participación de todas las secretarías, cámaras industriales y distintos actores relacionados con el tema, o bien, un organismo descentralizado sectorizado de la Secretaría de Economía, con atribuciones para definir e impulsar políticas de competitividad.
En su oportunidad, Rosa Isela Gluyas Flich, directora de Desarrollo Humano del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, expresó que se debe impulsar una educación estratégica a través de modelos orientados al proceso de competencia que integren investigación, innovación, emprendimiento, desarrollo y transferencia de conocimiento con perspectiva global.
“La educación basada en competencia parte del reconocimiento de que nuestras instituciones educativas son un importante factor que provee el recurso humano que se requiere para lograr la competitividad en el país”, opinó.
En su oportunidad, Óscar Contreras Montellano, de El Colegio de la Frontera Norte, habló sobre “Competitividad de la industria del televisor en México: algunas lecciones del modelo maquilador”, y dijo que la introducción progresiva de nuevas tecnologías, como las pantallas planas, afectaron buena parte de las capacidades acumuladas de manufactura.