Revela otro panista

Directo y sin tapujos, el senador panista Javier Corral Jurado denunció a su propio partido de haber negociado el voto a favor de Eduardo Medina Mora para empujarlo a La Corte y dijo que pronto habrá más posiciones en el Poder Judicial y una de ella será para los azules.

Y el legislador lo dijo desde la tribuna para que quedara en el Diario de los Debates, donde también los historiadores podrán consultar que Medina Mora llegó a la Corte por el pago de facturas, como esa de dejar sin responsabilidad al ex gobernador priísta Arturo Montiel Rojas y su hijo, quienes estuvieron a punto de ir a la cárcel por varios delitos, entre ellos evasión fiscal.

Por la importancia de sus palabras, aquí la versión textual del senador Javier Corral Jurado: “Yo también estoy a favor del derecho a la vida desde el momento de la concepción hasta su muerte, y eso no me hace estar a favor de Eduardo Medina Mora, porque uno tiene derecho a sus convicciones éticas y religiosas, pero no a trasladarlas al campo del derecho y mucho menos de un tribunal constitucional, como es la Corte.

“Al aprobar su nombramiento se infringió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación un golpe demoledor, a una de las características esenciales de la Corte: su independencia, lo cual va a minar su credibilidad y la confianza, porque la independencia es fundamental para que en un país haya justicia.

“Porque en los países donde hay grandes sabios, grandes creadores, ciudadanos completos se desarrollan los derechos humanos, florece la cultura y se dan los mejores parámetros de bienestar personal y social, coincide también con que hay un Poder Judicial independiente.

“Porque la libertad y la democracia sólo se pueden fortalecer en la justicia con independencia.

“Se afecta la independencia del Poder Judicial con la decisión que ha sido ya tomada por el Grupo Parlamentario del PRI y del PAN, porque siendo la Suprema Corte de Justicia de la Nación nuestro tribunal constitucional que dirime las controversias y las acciones constitucionales de inconstitucionalidad, donde el Ejecutivo federal es sujeto frecuente se escoge a un personaje incondicional políticamente del Presidente de la República no sólo por su relación de amiguismo y su carácter de subordinado, como Embajador; están también escogiendo a un personaje que carece de no sólo de los atributos judiciales que preferentemente plantea la Constitución se han de tomar en cuenta.

“Escogieron a una figura que incumple uno de los requisitos constitucionales para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, señalado en la fracción V del artículo 95: haber residido en el país por lo menos dos años antes del día de su designación.

“Han forzado interpretaciones legales mediante estrambóticos criterios que quieren homologar residencia efectiva con domicilio legal, porque en los cálculos del sistema peñanietista de control, cooptar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación es el paso siguiente. No importa que el nuevo Ministro empiece atropellando a la Constitución, que es la que va a hacer cumplir.

“Esta pretensión del presidente Peña Nieto pone en juego ahora una nefasta variable en la integración del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: introduce la dinámica de cuotas de partido, lo que tanto ha envenenado a otros órganos constitucionales autónomos, reguladores de áreas estratégicas, ámbitos fundamentales de la vida de la nación, como el Instituto Nacional Electoral o como el IFAI.

“Ya se habla de dos ministros para el PRI: Medina Mora y Raúl Cervantes, y uno para el PAN, que todavía no se dibuja ante nosotros pero que todos sabemos está enfilado. El daño a la Corte bajo la dinámica de cuotas de partidos es irreversible.

“Debo decir que se envía un mensaje funesto, ominoso para aquellos que han forjado una carrera judicial, se han sometido a procedimientos y principios legales y constitucionales que rigen la tarea jurisdiccional: profesionalismo, objetividad, imparcialidad, excelencia; eso no cuenta, los méritos no contarán.

“Cuentan que hay un amigo del Presidente de la República que tiene muchos amigos en el PAN y que tiene muchos amigos en el PRI para hacerlo Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ése es el verdadero mensaje que envían a la carrera judicial. No cuentan los méritos, hay que pagar las facturas.

“Porque además de las cosas que se han dicho estos días de Medina Mora, además de lo que aquí (en el Senado) se ha documentado en términos de sus actuaciones parciales, de sus negligencias, de su autoritarismo, de su falta de parcialidad; no nos hagamos, aquí hay un pago de factura fundamental porque no se puede olvidar que una de las actuaciones más cuestionables de Medina Mora fue el cerrojazo al expediente de Montiel.

“En febrero de 2009, el entonces Procurador General de la República archivó las averiguaciones previas iniciadas en contra de Arturo Montiel Rojas y su hijo Arturo Montiel Yáñez por los delitos de peculado, lavado de dinero, evasión de impuestos y ejercicio indebido de atribuciones y facultades, se trató de las averiguaciones previas con número /023005/2005 y 02/103/2006 a las que se determinó el no ejercicio de la acción penal por la Procuraduría General de la República  a cargo de Medina Mora, por supuestamente no existir elementos, es decir, las mandó a la congeladora.

“Y es precisamente en decisiones como esta donde se anida el desprestigio de la política, la falta de legitimidad de los representantes populares, es cuando la gente se pregunta a quién representan los senadores de la República, este momento quedará registrado como una afrenta al Poder Judicial de la Federación y es una claudicación del Senado de la República a una de sus más importantes facultades exclusivas, la de elegir de entre ternas a los ministros de la Corte, y es una afrenta porque al no hacerlo apegado a la Constitución, se lastima aún más a la maltrecha República y queda como el signo crepuscular del agotamiento del régimen político de su época de demolición.

“Le costará a la nación en el tiempo inmediato, pero paradójicamente esta decisión acelerará el cambio de régimen, porque éste ya no le sirve a nadie, una muestra lo dice todo: los ciudadanos se organizan, se expresan, argumentan, reclaman y como respuesta reciben la arrogancia de una casta poderosa que frente al espejo, no cesa de admirarse infinitamente, calificando de infalibles sus decisiones.

“Vinieron al Senado tres candidatos a ministros, desfilaron la tribuna como si estuvieran en igualdad de condiciones, ellos mismos se prestaron a dibujar una competencia que jamás existió, porque el Presidente de la República, en esta terna, decidió desde el principio y dijo a quién quería.

“Peña quería al licenciado Eduardo Medina Mora, Peña necesita a Medina Mora en la cárcel (sic) porque está construyendo su impunidad transexenal, lo defendió desde Londres y dijo cuál era el bueno, cuando hipócritamente se sinceró reconociendo que México estaba plagado de desconfianza.

“Por supuesto mi voto no contribuyó a hacer ministro a Medina Mora, aunque filosóficamente se haya acercado al PAN, aunque ahora se revele como católico de todos los tiempos, a mí eso no me permitió votar por un hombre sin atributos judiciales, que empieza pisoteando la Constitución. Ese día de la votación va a ser recordado como un día ominoso en la vida del Senado de la República”.