Elio Villaseñor Gómez, Director del portal Iniciativa Ciudadana para la Promoción de la Cultura del Diálogo AC, emitió interesante convocatoria a los habitantes de la capital del país, lo que refuerza esta histórica coyuntura de cambio de status político que aprobó el Congreso federal.
La reforma de la Ciudad de México ha sido una demanda de los ciudadanos (as) capitalinos para dejar de ser ciudadanos de segunda clase en nuestro país. Esta lucha inició el 21 de marzo de 1993 cuando los ciudadanos organizamos un plebiscito con las siguientes preguntas:
1. ¿Estás de acuerdo en que el Distrito Federal se convierta en un estado de la federación?
2. ¿Estás de acuerdo con que el gobierno del Distrito Federal sea electo por voto universal y secreto?
3. ¿Estás de acuerdo en que el Distrito Federal cuente con un poder legislativo propio?
Para llevar a cabo el plebiscito se formó un Consejo Ciudadano de Observación el cual resultó todo un éxito ya que se sumaron organizaciones sociales, civiles, políticos, empresarios y académicos. El plebiscito fue una gran fiesta cívica.
Los ciudadanos (as) generamos cadenas de información y colocamos nuestras casillas de votación. No hubo acarreados ni tampoco se dio dinero para que los ciudadanos salieran a votar. El plebiscito fue una jornada cívica para demostrar que los capitalinos queríamos tener los mismos derechos y obligaciones que el resto del país.
A partir de esta lucha se fueron dando los cambios legislativos iniciando con la transición de la figura del Regente a Jefe de Gobierno y la Asamblea de Representantes se convirtió en la Asamblea Legislativa.
Así en 1997 se celebraron por primera vez las elecciones para designar a un Jefe de Gobierno, donde ganó el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, y fue hasta el 2000 que elegimos a los jefes delegacionales.
Todo este proceso ha sido posible por la gran participación de los capitalinos (as) que a nivel cotidiano construyen proyectos para ser parte en el rumbo de las políticas públicas y de los comicios para elegir a sus representantes o autoridades. Actualmente la Ciudad de México es de las entidades con mayor participación ciudadana.
La promulgación de la nueva ley que reforma a la Ciudad de México es una gran oportunidad para fortalecerla como una ciudad de los derechos humanos, transparente y de rendición de cuentas, donde quepan los pesos y contrapesos de la democracia capitalina.
La nueva constitución para la Ciudad de México es una gran oportunidad para convertirla en un modelo de avanzada que esté a la altura de la calidad ciudadana y donde se garantice el ejercicio democrático del poder.
Frente a este escenario, Iniciativa Ciudadana para la Promoción de la Cultura del Diálogo abre este espacio de -Voces Ciudadanas- para intercambiar opiniones y propuestas desde los tres ejes de elaboración de la nueva constitución de la Ciudad de México:
1. Su arquitectura institucional
2. La participación ciudadana
3. La Ciudad de México en el entorno global
Este espacio está abierto para las distintas miradas sociales, civiles y políticas con el objetivo de enriquecer el debate, y principalmente, para que la Asamblea Constituyente retome las propuestas de los ciudadanos(as) para sus próximas decisiones