Tras alertar que el suicidio se ha incrementado hasta 300 por ciento en los últimos 30 años y la población joven es la afectada por registros de problemas afectivos como principal causa, según un reciente informe de la Secretaría de Salud enviado a la Cámara Baja, la senadora María Elena Barrera Tapia insistió en la necesidad tener más Centros de Atención para la depresión, así como prevenir y tratar este mal.
“Es un asunto que incluso el Consejo Nacional de Salud Mental destacó como una problemática que requiere toda nuestra atención. Asimismo la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que en el mundo se suicidan al año casi un millón de personas, es decir, una muerte cada 40 segundos”, declaró.
La legisladora expuso que en los últimos 45 años las tasas de suicidio aumentaron un 60 por ciento a nivel mundial. Y es que diversos organismos coinciden en que el suicidio es la segunda causa de muerte en la población juvenil, y su rango va de los 10 a 24 años, según la OMS.
La senadora mexiquense comentó que datos proporcionados por el documento llamado Estadística de Suicidios de los Estados Unidos Mexicanos 2011, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de un total de 5 mil 781 suicidios el 79.6 por ciento fue de varones y el 20.4 de mujeres, mientras que por edades mil 775 casos van de 15 a 24 años y de 25 a 34 años sumaron mil 275.
Este problema de salud pública, indicó, lamentablemente no deja de ser un problema subestimado, especialmente hacia el interior de los hogares. Se percibe como algo poco probable de suceder en nuestra casa o con algún familiar cercano.
“Necesitamos a los padres en casa y no me refiero a una simple presencia, sino a estar en acciones que los involucren, que las emociones como el afecto y valores como la confianza afiancen el núcleo familiar para facilitar el abordaje de problemas propios de la juventud”, declaró la legisladora.
Finalmente dijo que pese al auge tecnológico y el acceso a la información, nuestra juventud necesita configurar la realidad en la que vive desde una perspectiva afectiva, humana y que como legisladora ha propuesto Centros de Atención para la depresión y reformas a la ley para la prevención, diagnóstico, tratamiento y control de la salud mental así como el derecho a obtenerlo. “Bajo ese contexto busquemos como adultos y padres de familia procurar una juventud amada, respetada, comprendida y apoyada”, finalizó.