El senador Antonio Mejía Haro dijo que es necesario dar un impulso a la industria lechera, debido a la importancia que representa para el desarrollo del país, así como establecer las medidas necesarias para importar producto de calidad.

Resaltó que la producción de leche en el país es de 10 mil 592 millones de litros al año, es decir  98 litros per cápita, y son 11 estados que se caracterizan por la producción de este producto, pero principalmente Jalisco, Coahuila, Durango y Zacatecas.

Indicó que la sequía que se presenta en el país ha provocado que “se encarezcan los insumos para la producción de leche, principalmente los granos y las oleaginosas”.

Señaló que el precio de la leche oscila entre 3.67 hasta cinco pesos, pero el costo al consumidor ha sido muy alto entre nueve a 12 pesos, “la diferencia es abismal lo que nos dice que el intermediarismo es el que tiene el beneficio en la comercialización de la leche”.

El legislador por Zacatecas dijo que las importaciones de leche en polvo han afectado en la producción, “pues en promedio en los últimos 10 años se han importado 150-175 mil toneladas de leche en polvo, y no necesariamente leche de buena calidad”.

Por ello, el senador del PRD, se pronunció porque se refuerce la Norma Oficial Mexicana en la materia, “para que podamos exigir que los productos que se importan sean de calidad”.

Además, consideró que desde la Sagarpa se desarrollen apoyos extraordinarios mediante un proyecto integral que contemple  la producción de leche; el valor agregado y la comercialización; estímulo a la producción de forraje; sistemas de riego presurizados; la sanidad e infraestructura.

 “La industria lechera se fue perdiendo debido a las políticas equivocadas y erráticas de los últimos gobiernos, que simplemente decían que era más barato importar que producir, y por eso se fue desmantelando no solamente a la industria lechera”, abundó.

Asimismo, hizo un llamado a la Secretaría de Economía para que reconsidere el precio de la leche pagado al productor, igual el precio que se paga a través de Liconsa en los centros de acopio de los estados, “porque realmente los precios de producción son tan altos que difícilmente se obtienen ganancias”.