Guillermo Pimentel Balderas
Legisladoras del PRD y del PRI en la ALDF, se quejan de que persiste la desigualdad de género en la política mexicana y la discriminación hacia las mujeres que participan en este ámbito, así como todavía este sector aún es víctima de artimañas frecuentes en las postulaciones a diputaciones federales y locales conocidas como el fenómeno de “las juanitas”.
En entrevistas por separado, la presidenta de la Comisión de Participación Ciudadana de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Lucila Estela Hernández, del PRD, hizo un exhorto a los gobiernos federal, local y estatales, para reconocer el trabajo de las mujeres dentro de la vida política, social y cultural.
En tanto que la priista María de los Ángeles Moreno Uriegas, aseguró que a más de 50 años del reconocimiento de la mujer en la vida política y social, aún existen inequidades de género en México como la brecha salarial entre hombres y mujeres, carencias alimentarias, acceso a la educación, agresiones de pareja y el trabajo en el hogar.
Estela Hernández, comentó que se deben sumar fuerzas de las mismas para favorecer la acción dentro de la vida política y social de este sector de la población, ya que no se trata solo de paridad, sino de fortalecer al género femenino.
Desde al ámbito legislativo, la legisladora perredista señaló que se deben realizar trabajos objetivos de elección, donde por ley la ciudadanía tenga participación y pueda evaluar el trabajo que se realiza en sus delegaciones, esto permitirá que se termine el dedazo, el compadrazgo y pasar a la rendición de cuentas, es así, señaló, que como mujeres lograremos posicionarnos y tener una mejor gobernanza.
Con la convicción de apostarle a la labor femenina, informó que actualmente organiza un observatorio de evolución y rendición de cuentas, integrado exclusivamente de mujeres, denominado “Red de Mujeres en Cuauhtémoc”, con el fin supervisar las políticas y exigir se cumplan las propuestas de campaña.
“Como mujeres no solo somos representantes populares también somos madres, esposas, hijas, por tal razón exigimos respeto y que se reconozca nuestra labor”, subrayó.
La presidenta de la Comisión de Participación Ciudadana concluyó que es necesario establecer un pacto social, donde las mujeres sean incluidas, para construir respeto entre los partidos políticos que existen en México, ya que la participación de las mujeres contribuye a la construcción de la democracia mexicana.
En tanto, la diputada local del PRI, Moreno Uriegas, lamentó que actualmente ninguna de las 32 entidades del país esté gobernada por una mujer; en el gabinete federal solo tres de 21 dependencias (Sedesol, Salud y Turismo) tienen una cabeza femenina y recientemente una más en la Procuraduría General de la República (PGR).
A nivel municipal, solo 5.5 por ciento de las alcaldías están presididas por mujeres -según datos de Fernanda Vidal, especialista de género en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM-. Mientras, agregó Moreno Uriegas, en la Suprema Corte las cosas no son mejores: solo ocupan dos de 11 asientos.
La ex dirigente nacional del tricolor refirió que el tema de la “cuota de género” ha sido controversial, ya que algunos afirman que se trata de un artificio para conceder al grupo femenino, una posición que debería ganar demostrando capacidad y talento.
Al referirse al fenómeno de “las juanitas”, comentó que en la Reforma Electoral del 2007, el Congreso de la Unión introdujo una cuota de género de no más del 60 por ciento de candidaturas para cualquiera de los dos sexos, confiando en que siempre se podrían usar artimañas frecuentes.
“Mandar a las mujeres a distritos muy difíciles de ganar o a los últimos lugares de las listas de representación proporcional o, algo un poco más sutil: poner a las mujeres en la fórmula de candidatos como propietarias, previamente sabido que renunciarían ´generosamente´ para que ocuparan el espacio sus suplentes hombres”, explicó.