La presidenta de la Comisión de Vivienda en el Senado de la República, María Elena Barrera Tapia, celebró la aprobación del dictamen por el que se reforman diversas disposiciones de la Ley de Vivienda con el fin de que las casas de interés social en el país sean de calidad.
Recordó que en años anteriores las políticas públicas en materia de vivienda hicieron énfasis en aumentar el número de casas como medida para poder abatir el déficit habitacional, dejando en segundo término la calidad de la vivienda ofrecida, lo cual representó un problema frecuente de gravedad en viviendas de interés social, ya que la calidad disminuyó en sentido inverso a los costos reportados.
Y es que la legisladora mexiquense declaró que en el artículo 4 Constitucional se consagra el derecho a la vivienda pues señala que “toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”.
Comentó la senadora mexiquense que si por digno se entiende como aquello que merece respeto y estima, y por decoroso aquello que reúne las condiciones mínimas para ser merecedor de respeto entonces el derecho a la vivienda diría:
“Toda familia tiene derecho a disfrutar de una vivienda digna, en la cual sienta placer, y donde gozará de una condición o circunstancia favorable; podrá usar o poseer una casa buena, útil y agradable. Una vivienda que resulte decorosa, que reúna las condiciones mínimas necesarias para ser merecedora de ese respeto y que denote decencia y dignidad”.
Por ello, Barrera Tapia aseveró que la satisfacción del derecho a la vivienda permite acceder al disfrute de otros derechos como los relativos a la dignidad humana, seguridad jurídica, privacidad, ambiente adecuado, derecho a la salud, entre otros.
“En ese sentido se considera pertinente ampliar el concepto de vivienda digna y decorosa para incluir los conceptos de espacios habitables y auxiliares como indispensables para garantizar una mejor calidad de vida a la familias mexicanas”, señaló.
Explicó la también presidenta de la Comisión de Vivienda que los espacios habitables son el lugar de la vivienda donde se desarrollan actividades de reunión o descanso, cuentan con las dimensiones mínimas de superficie, altura, ventilación e iluminación natural, además de contar como mínimo con un baño, cocina, estancia, comedor y dos recamaras. “Mientras que los espacios auxiliares son los lugares del hogar donde se desarrollan actividades de trabajo, higiene y circulación”, detalló.
“En resumen, con la incorporación de estos conceptos a la Ley de Vivienda se estarán abonando elementos que contribuyan al reto de acortar las brechas de desigualdad”, finalizó.