Raúl Pérez Bedolla, Secretario de Organización de Alianza Campesina del Noroeste (ALCANO), dijo que la caída del 15% en la producción de trigo para el inicio del segundo semestre de este año, reducirá la distribución en medio millón de toneladas de este grano básico, lo que generará aumento de precioen la harina, sopas y pan.

Añadió que esta disminución de 500 mil toneladas en la producción de trigo, la cual se estimaba en un inicio que sería de más de 3 millones de toneladas, impactará en los precios finales en algunos insumos de la canasta básica, con el consecuente daño al consumidor final.

En entrevista en sus oficinas, el dirigente de ALCANO estimó que para julio y agosto el mercado estaría viviendo nuevamente, junto con el kilogramo de tortilla, un aumento en el precio del pan y sopas de entre un 20% y 30% más.

Ante tal situación, hizo un nuevo llamado al Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, para que minimice los efectos presentando a todos los agentes de la cadena productiva el porcentaje de impacto que este panorama representará y ponga una franja de flotación de los precios.

Consideró que se requieren acuerdos urgentes para cuidar a los consumidores o de lo contrario el especulador le va a subir a la máxima ganancia.

Explicó que las perspectivas para maíz y trigo siempre estarán vinculadas a efectos climáticos e incluso políticos como ocurre con la crisis en Ucrania o la sequía en Sudáfrica, situaciones que golpean la producción maicera y triguera, generando presión de los mercados.

Por lo que respecta a México, dijo, en diciembre de 2013 y enero de 2014, las zonas productoras de trigo como Sonora, prácticamente no registraron invierno y de ahí la preocupación de los productores por la baja productividad que se presenta en las parcelas.

“Las producciones deberían estar por arriba de las 6 toneladas por hectárea y tenemos una media de 4 o 4.5 toneladas por hectárea”, detalló el Secretario de Organización de la Alianza Campesina del Noroeste.

Con ello, precisó, habrá una baja en los inventarios de este grano y por lo tanto una tendencia a que los precios vayan a la alza y eso lo estaremos registrando pasando la cosecha, en el mes de julio vamos a sentir un primer impacto pero en ese mes y en agosto los impactos mayores serán en los precios de productos finales como harinas, sopas y pan.

“Al registrarse más demanda de ese grano, vamos a tener una repercusión alcista hacia los productos finales que es el pan incluso la harina, la sémola para las sopas”, advirtió.

Raúl Pérez Bedolla, señaló que el tener un control de precios hacia los campesinos productores pero no así para los comercializadores, el daño mayor lo siente el consumidor final.

Los comercializadores y coyotes los tienen registrados en la Secretaría de Economía con nombre y apellido, además conocen donde tienen las bodegas, quiénes son los dueños, cuánto acopian y con algunos permisos que les dan para importar granos, pero no se hace nada, dijo.

Entonces, dejó en claro el dirigente de ALCANO, el diseño está hecho para proteger al comercializador, no al productor ni al consumidor final.