Por Guillermo Pimentel Balderas
Alfredo Neme Martínez, Director para América de la Unión Mundial de Mercados Mayoristas, acusó el gran daño que hacen los grandes supermercados al comercio tradicional de las ciudades y advirtió que este fenómeno pone en riesgo dos millones de empleos en México.
“Nuestros comercio tradicional está en riesgo y sobreviviendo debido a la escalada de las grandes tiendas y supermercados trasnacionales como Wal Mart, Soriana y Comercial Mexicana, entre otros”, aseguró.
Explicó que a cinco décadas de haber penetrado a México los modernos sistemas de distribución de alimentos, el desarrollo del comercio minorista de alimentos, bebidas y tabaco es limitado y se mantiene en la sobrevivencia por lo que es indispensable potencializar su modernización y mantener los empleos de más de 2 millones de personas.
En entrevista, el directivo recordó que si bien a mediados de la década de los cincuenta se establecen los primeros supermercados en la ciudad de México, con adaptaciones al modelo norteamericano de autoservicio, el proceso de modernización de la distribución y comercialización minorista de alimentos y productos básicos aún no concluye en nuestro país, lo que hace indispensable el cambio para poder preservar no solo el comercio tradicional sino también fuentes de empleo e ingreso.
Neme Martínez, al analizar la problemática del comercio minorista, destacó la compleja infraestructura del mercado urbano de productos alimenticios, lo que refleja un proceso inconcluso de transición de las prácticas comerciales tradicionales a las prácticas mercantiles modernas, antes de ser devorados por las grandes cadenas comerciales como Wal Mart, Soriana y Comercial Mexicana, entre otros.
Sostuvo que la posibilidad de desarrollar al sector es viable toda vez que la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares entre 2000 y 2008 demuestra que poco más de cuatro quintas partes del valor de los alimentos, bebidas y tabaco consumidos por los hogares nacionales (urbanos y rurales) se adquieren en establecimientos minoritas de corte tradicional como mercados, tianguis, mercados sobre ruedas, misceláneas, abarrotes y tiendas de ultramarinos.
Dijo que lo anterior demuestra que este sector se resiste a ser eliminado del mercado a pesar de los avances de modernización en marcha pues los hogares más pobres y los de ingreso medio concentran sus compras en el comercio tradicional mientras que los de mayores ingresos lo hacen en supermercados y tiendas departamentales.
Queda demostrado que, de acuerdo al estudio denominado “Comercio al por menor de Alimentos Bebidas y Tabaco”, del especialista Enrique Hernández, los establecimientos tradicionales aún son importantes para la población; pero éstos están obligados a modernizarse ante las estrategias competitivas de carácter desleal que practican las grandes cadenas comerciales.
Como ejemplo puso a Wal Mart México cuyo poder monopólico y monopsónico de esta cadena norteamericana, altera y distorsiona los mercados mayoristas de alimentos y otras mercancías en nuestro país.
Además comentó que esta cadena comercial al igual que Comercial Mexicana y Soriana fijan precios bajos apoyados en una imposición de precios cada vez más bajos a sus proveedores derivado de los elevados volúmenes de compra que realizan además de que importan a México, principalmente de China, poco más de la mitad de productos que comercializan.
Por lo anterior, Alfredo Neme Martínez se pronunció a favor de mantener el comercio tradicional con vida pues hasta la Encuesta Nacional de Empleo 2005-2010, establece que el 91.6 por ciento de las personas ocupadas en el comercio minorista trabaja en microestablecimentos (de menos de cinco operarios), de los cuales el 31.6 por ciento ni siquiera con instalaciones fijas, es decir, son ambulantes.
Cabe destacar que la mayor parte de esos ocupados trabaja por su cuenta (46.8 por ciento) o son familiares que trabajan sin recibir remuneración alguna (20.7); sólo 27.8 por ciento son trabajadores subordinados y remunerados y el resto son propietario o empleadores (4.7 por ciento).
También esta encuesta revela que cerca de las dos terceras partes de los ocupados tiene limitados niveles de educación formal y menos del 10 por ciento cursó educación técnica o instrucción universitaria.
Al igual que en el sector comercial en general, la distribución del empleo minorista se concentra en zonas urbanas del país como son estado de México, Jalisco, Distrito Federal, Puebla y Veracruz.