El Pleno de la Comisión Permanente aprobó un punto de acuerdo para solicitar al Senado de Estados Unidos de América a impulsar que en los estados de California, Arizona, Nuevo México y Texas se implemente un mecanismo para que toda arma de fuego, antes de ser puesta a la venta, sea objeto de un registro balístico.
Esto con el propósito de que al momento de que sean utilizadas en algún hecho de sangre, se pueda saber con precisión el nombre de quién la o las haya adquirido originalmente en la armería y se pueda proceder a la búsqueda y localización de su dueño.
La senadora Marcela Guerra Castillo, proponente del punto de acuerdo, explicó que con este procedimiento las autoridades estadounidenses podrán compartir con sus pares mexicanos dicha información, contando así con la posibilidad de perseguir a quienes compran armas para después venderlas a los grupos criminales y a la delincuencia organizada.
“En ambos países deben implementarse iniciativas para lograr un mayor control de armas y evitar su tráfico”, señaló.
Por su parte, el senador José María Martínez Martínez advirtió que el punto de acuerdo aprobado podría quedar como “un mero oficio entre pares” y sin ninguna trascendencia en la política internacional ya que, dijo, debe llevarse a través de la Cancillería.
“Lo correcto es que sea a través de la Cancillería para que el cometido de este punto de acuerdo sea llevado de manera oficial al país vecino”, indicó.