Por Rocío Duque
Nueva York.- El movimiento sindical está poniendo su peso detrás de Ocupa Wall Street--y la patronal toma nota de la mayor alianza entre la izquierda y el movimiento laboral desde las protestas contra la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Seattle en 1999.
Los sindicatos--"los agitadores con más experiencia de la ciudad", como Crain's New York Business l puso--planearon un rally el 5 de octubre en Foley Square, cerca de City Hall, luego marcharon a Wall Street.
La entrada de los principales sindicatos a la lucha en Wall Street--de las gigantes filiales neoyorquinas del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, por sus siglas en inglés), a los sindicatos nacionales Acereros Unidos (USW, en inglés) y Unión Nacional de Enfermeras (NNU, en inglés)--apunta a la posibilidad de que el movimiento Ocupa profundice sus raíces sociales.
Varias luchas en curso--como la lucha contra las ejecuciones hipotecarias, contra empleadores rompe-sindicatos, o por construir un movimiento demandando trabajo para todos –se re-energizarán a partir de esta movilización.
Los dirigentes sindicales que tomaron la decisión de apoyar la protesta en Wall Street no sólo respondieron al llamado a la solidaridad con el movimiento Ocupa. Por muy importante que esto es, ellos además reflejan la ira de sus propios miembros de base por la pérdida de empleos, los recortes salariales y las reducciones en el gasto social--mientras la economía sigue empeorando, las corporaciones estadounidenses amasan ganancias récor, y el súper rico se enriquece aún más.
Esa ira es lo que está impulsando Ocupa Wall Street, que comenzó hace menos de tres semanas con cientos de, en su mayoría, jóvenes activistas que decidieron aglomerarse en el distrito financiero de Manhattan y acampar en Zuccotti Park--rebautizado Plaza de la Libertad, en honor de la ocupación de la Plaza Tahrir (Liberación) en Egipto—en Lower Manhattan.
La acción ha capturado la imaginación y simpatía de una gran cantidad de personas hartas de todos los diferentes aspectos de un sistema dirigido por el 1 por ciento de los súper-ricos, simbolizados por los banqueros y los especuladores financieros de Wall Street. En Plaza de la Libertad, Nueva York, las protestas y el debate político, veinticuatro horas del día, siguen creciendo, mientras activistas en otras ciudades han organizado sus propias acciones Ocupa.
En suma, Ocupa Wall Street se ha convertido en un faro para todo el descontento acumulado en EE.UU.