Cada año ingresan a México más de 200 millones de cajetillas de cigarros de contrabando y falsificados, las cuales, además de causar un serio daño a la economía nacional, incrementan los riesgos de salud a consumidores, aseguró el diputado Heladio Verver y Vargas Ramírez, secretario de la Comisión de Salud.
En entrevista, indicó que el contrabando es casi impune en las aduanas, por lo que es responsabilidad de las autoridades federales contener esta actividad, la cual, tan sólo en 2011 provocó una caída en la recaudación federal por 11 mil 717 millones de pesos, de acuerdo a lo estimado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Recordó que fue en el sexenio de Vicente Fox cuando el impuesto a los cigarros se redujo considerablemente, pero en el de Felipe Calderón se reactivó como una medida sanitaria, encareciéndolos para hacerlos menos accesibles a la población en general, lo que propició que grupos delictivos intenten hacer ahora de un producto lícito, uno ilícito, mediante el contrabando y la falsificación.
El legislador mencionó que de acuerdo con estudios oficiales, las cajetillas de cigarros de contrabando y falsificados se encuentran en todo el país.
En este sentido, indicó que el problema no atañe sólo a los gobiernos de los estados, sino al federal, que tiene la obligación de sellar las fronteras y las aduanas para evitar su paso y traslado.
Heladio Verver consideró que sería un error cambiar la política del impuesto a los tabacos por el simple hecho de evitar el consumo de los cigarros ilícitos. “Por el contrario, es necesario continuar con los incrementos de los impuestos, pero acompañado de una política pública integral para que el tabaquismo se atienda desde el punto de vista sanitario.
Por otra parte, indicó que la aparición del mercado negro de cigarros aumentará el costo de los tratamientos para enfermedades relacionadas, que representan más de 2 mil 500 pesos diarios por persona y anualmente supera los 25 mil millones de pesos.
Explicó que el problema de consumir cigarros de contrabando o piratas es que sus condiciones de producción no están garantizados y pueden ser sustancias que no están bajo una reglamentación.
“Los países de donde vienen probablemente no cuentan con medidas sanitarias como las que tenemos en México para su fabricación, en este sentido, es probable que los cigarros ilegales puedan estar contaminados con fertilizantes o elaborados con sustancias que pueden ser más dañinos para la salud”, destacó.
Señaló que tan sólo, el humo de un cigarro de marca comercial contiene cerca de cuatro mil componentes químicos, de los cuales 160 son tóxicos y casi 60 por ciento son carcinógenos probados, por lo que, al no haber estudios sobre los componentes y control de calidad de esos productos ilegales, podrían incrementarse los riesgos para la salud de los consumidores.
“El tabaco puede ser tan adictivo como la cocaína o la heroína y se estima que existe igual número de mujeres y hombres fumadores, es decir, 7 millones del género femenino y 7 millones del masculino”, concluyó.