El presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, y los demás integrantes del Foro de Presidentes y Presidentas de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe (Foprel), exhortaron al Congreso de Estados Unidos a promover la protección de los derechos humanos de nuestros connacionales que habitan en ese país del norte, y a que la reforma migratoria los beneficie de manera amplia y efectiva.
Al suscribir diversas resoluciones de interés regional, entre ellas una de carácter migratorio, los líderes de los órganos legislativos agrupados en Foprel determinaron respaldar el pronunciamiento regional sobre la reforma migratoria de los Estados Unidos, firmado el 18 de abril de este año, en la Ciudad de México por el presidente de la Asamblea Nacional de Nicaragua, René Núñez Téllez y otros dirigentes parlamentarios de la zona.
En ese sentido, los representantes legislativos de los países miembros de este mecanismo de integración reiteraron su exigencia de que Estados Unidos considere prioritario -en sus enmiendas en materia de migración- el derecho de connacionales a trabajar y aspirar a mejores niveles de calidad de vida, sin ser objetos de maltrato, amenazas o discriminación.
Arroyo Vieyra, quien fungió como presidente de la mesa de trabajo sobre Derechos Humanos, en la XIV reunión extraordinaria de Foprel, aseguró que el asunto relacionado con la “preservación y fomento de las garantías individuales de las personas no tiene fronteras, sino una calidad existencial que es la del ser humano.
Por ello, “el ser humano, por el simple hecho de serlo, debe contar con las garantías mínimas a lo largo de todo un tránsito”, dijo en referencia a la seguridad de que deben disfrutar los migrantes que llegan a la frontera norte, la cruzan y se internan a la vecina nación.
En términos generales, se puede decir que “sí hay fronteras, pero hay necesidades que no conocen fronteras”, aclaró en referencia a los factores que impulsan a connacionales a salir en busca de oportunidades en otros lugares.
Hizo ver que la representación de México en Foprel tiene una responsabilidad crucial que es el asunto de nuestros migrantes que pasan por territorio nacional mexicano, con “riesgos verdaderamente horrendos”.
Expresó convencido que “ayer aprendí que los derechos humanos no pueden considerarse causa; que son o no son y que en este ámbito no hay términos medios. Entonces, subrayó, los derechos humanos fundamentales son términos absolutos”.
Destacó la demanda de Foprel expresada hoy en torno de la urgencia de que en Estados Unidos se dé la protección suficiente y eficaz a los habitantes de países centroamericanos como Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y otros, así como México, que deciden irse a buscar una actividad que permita dar sustento decoroso a sus familias.
A esa posibilidad tienen derecho nuestros connacionales, subrayó el diputado Arroyo Vieyra, luego de coincidir con el secretario general de la Cámara de Diputados, Mauricio Farah Gebara, en cuanto a demandar una política migratoria con enfoque de derechos humanos, a fin de impedir la comisión de agravios, y para que la migración sea un asunto de orden y protección, además de darle un sentido humanista.
Al participar en el encuentro, Farah Gebara aseguró que el intercambio de parlamentarios de México y Nicaragua y del resto de Centroamérica y el Caribe tiene entre otros propósitos el de impulsar acuerdos y exigir al Congreso y gobierno estadunidenses el respeto a la dignidad de las personas que deciden ir de un país a otro.
En este punto, afirmó que el Estado mexicano reprueba lo que sucede en el tema de los migrantes, por lo que consideró impostergable el respeto a la dignidad de los connacionales, pues sólo así se podrá consolidar la convivencia y cualquier acuerdo de cooperación.
Indicó la necesidad de hacer de la migración un evento “ordenado, humano y protegido”, para desterrar arbitrariedades, impunidad y corrupción que envuelven al movimiento masivo y permanente de personas de un territorio a otro
Igual que Arroyo Vieyra, Mauricio Farah manifestó que el asunto de la migración requiere una acción integral, coordinada y amparada por una política clara con perspectiva de derechos humanos, y con el firme propósito de proteger la vida de millones de seres humanos.