Para prevenir, combatir y erradicar la enfermedad de Chagas, el diputado José Angelino Caamal Mena propuso que la Secretaría de Salud realice campañas de prevención, fumigación del vector transmisor, atención temprana del padecimiento y garantice el abasto de medicamentos en los centros de salud donde hay mayor incidencia.
En el documento, turnado a la Tercera Comisión de Trabajo de la Comisión Permanente, Caamal Mena explica que los síntomas más comunes de la enfermedad son fatiga, fiebre, vientre hinchado y miocardiopatías o inflamación del corazón. En los niños aparece una inflamación en los párpados. En la etapa avanzada de este mal se presentan alteraciones de colon, esófago y corazón, y puede llegar a ocasionar muerte súbita.
Añade que esta afectación es provocada por el parásito Tripanosoma cruzi, el cual es transmitido por la picadura del insecto triatoma barberi y triatoma dimidiata, mejor conocidos como “chinches hociconas”, que se encuentran en lugares insalubres, escondidos en techos de palma y muros de adobe y madera.
La transmisión se da principalmente en zonas rurales, donde existen precarias condiciones socioeconómicas, mientras el vector convive con los seres humanos. Aqueja a la población más pobre de estados como Jalisco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Tabasco.
Explicó que, además de desconocerse que las chinches pueden transmitir parásitos mortales, es difícil encontrar un centro de salud que cuente con médicos capacitados para diagnosticar la enfermedad y, además, se presenta la problemática de conseguir los medicamentos necesarios para combatirla.
Indicó que en los estudios que realiza el banco de sangre del Hospital General de la Ciudad de México, se calcula que la prevalencia de este mal es del 0.5 al 2.8 por ciento, y se puede transmitir también a regiones que no son endémicas, mediante transfusiones de sangre.
Mencionó que en marzo de 2012, la organización “Médicos Sin Fronteras” hizo pública su preocupación por la falta de un programa específico de combate al Chagas en México, y por la ausencia de medicamentos para la enfermedad en el cuadro básico de salud.
Reconoció que los datos de la enfermedad a nivel mundial, continental y nacional son inciertos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2007 se estimaba que 10 millones de personas estaban infectadas, además de causar 15 mil muertes al año en Latinoamérica.
En 1996, continuó, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) registró un millón 600 mil mexicanos infectados con este mal, y una incidencia anual de 44 mil casos nuevos.
Enfatizó que el Estado mexicano debe redoblar esfuerzos contra esta enfermedad que afecta terriblemente a los más pobres, puesto que el factor endémico se da en zonas marginadas, con personas que viven en casas con pisos de tierra o expuestos a la intemperie.