La cruzada nacional contra el hambre es un programa de buenas intenciones, pero “sin pies ni cabeza”, ya que no se le augura éxito porque sólo está respaldado por la propaganda oficial, afirmó el senador Fernando Herrera Ávila.
En su calidad de integrante de la Comisión de Desarrollo Social en el Senado de la República, resaltó el hecho de que ese programa continúa “sin una directriz clara”, ya que no existen parámetros para medir su avance, ni se han corregido las deficiencias iniciales.
A la fecha, agregó, el gobierno sigue sin precisar cuál fue el origen o el criterio para escoger los 400 municipios donde se aplica el programa, como tampoco siguen sin explicar por qué quedaron fuera de la Cruzada, municipios importantes en diversas entidades.
Herrera Ávila abundó que tampoco se han definido los estándares de medición, ni se tiene la manera de comprobar los avances de la inversión pública.
“Si bien es cierto que cualquier esfuerzo que se haga por disminuir la pobreza, debe saludarse con optimismo, también hay que hacer que la política social deje de ser un conjunto de buenas intenciones para transformarla en una política social que verdaderamente ayude al desarrollo de los mexicanos”, consideró.
Finalmente, el senador Herrera Ávila señaló que entre las interrogantes que rodean la implementación de ese programa, se puede ver que el gobierno esconde un “desconocimiento total sobre la problemática social”, pues primero quisieron disfrazarlo de instrumento político pero no les funcionó y hora, con el transcurrir del tiempo, están tratando de justificar su trabajo” aseveró.