El magistrado federal Benjamín Soto Sánchez, titular del Segundo Tribunal Unitario en materias Civil y Administrativa del Primer Circuito, determinó confirmar la suspensión provisional que impide tramitar y otorgar permisos de siembra o liberación al ambiente de maíz transgénico en todo el país.
La suspensión federal ha estado vigente desde septiembre de 2013 a pesar de cien impugnaciones de agroindustria trasnacional y del gobierno federal.
La decisión del magistrado Soto fue notificada hoy mismo y se emitió dentro del procedimiento de apelación que la colectividad de ciudadanos inició luego de que el pasado 19 de Agosto el Juez Federal Francisco Peñaloza Heras había negado la suspensión definitiva y dos días después volvió a suspender provisionalmente debido a la impugnación ciudadana.
La resolución de Soto “significa la confirmación de suspender la siembra de transgénicos de maíz hasta que decida en definitiva la apelación”, explicó René Sánchez Galindo, abogado del Colectivo, quien detalló el argumento del tribunal federal consistió en que la ley ordena preservar la materia del juicio durante la tramitación de la apelación “puesto que si se siembran los transgénicos el daño sería irreversible”, aclaró Galindo.
La demanda de acción colectiva contra la siembra de maíz transgénico fue presentada en julio de 2013 y junto con la suspensión judicial ha soportado cien impugnaciones por parte del gobierno federal y de empresas trasnacionales. Dentro de las impugnaciones contra la coalición ciudadana se encuentra 22 juicios de amparo, que han resuelto 17 tribunales federales, incluyendo a la Primera Sala de la Suprema Corte, quienes han decidido mantener el principio de precaución y evitar la siembra de maíz transgénico.
El abogado Bernardo Bátiz, asesor en la demanda colectiva del maíz y ex procurador de justicia del DF, señaló que la Segunda Sala de la Suprema Corte, al resolver mañana el asunto de los apicultores de la península de Yucatán contra la siembra de soya transgénica, debe considerar que somos un país megadiverso en lo biológico, en lo cultural y en lo agrícola, por tanto, sembrar transgénicos, sean de maíz, soya u otro, en un país como el nuestro, entre otras afectaciones negativas que provocaría es que la miel mexicana deje de ser orgánica, argumentó el jurista.