En nuestro país, los casos de violencia obstétrica van en ascenso y ponen en riesgo la vida de miles de mujeres y de sus hijos, denunció la senadora Alejandra Barrales Magdaleno.
Dijo que tan sólo de 2010 a 2014 se presentaron mil 169 quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), motivo por el que se han emitido 25 recomendaciones, debido a que en la mayoría de los casos se ha negado el servicio médico a mujeres embarazadas que se han visto en la necesidad de a dar a luz sin la asistencia del personal capacitado y en lugares inadecuados.
La senadora Alejandra Barrales alertó que la frecuencia y gravedad de los casos conocidos hacen urgente la intervención del legislativo para instrumentar medidas que optimicen las normas y garanticen la integridad de las mujeres a lo largo del proceso reproductivo, su conclusión y la atención de sus recién nacidos.
Por lo anterior, propuso como Punto de Acuerdo, solicitar a las secretarías de salud de los gobiernos locales de los 31 estados y del Distrito Federal, presenten un informe pormenorizado sobre el número de quejas registradas en materia de violencia obstétrica, así como las medidas emprendidas para atender la problemática.
Detalló que de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el 2012 se registraron 2 millones 498 mil 880 nacimientos, de los cuales, 38.1% del total fueron mediante cesárea, a pesar de que la tasa recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), oscila entre 10 y 15% a través de este procedimiento.
Enfatizó que este tipo de violencia se manifiesta entre mujeres en condiciones de pobreza que encuentran carencia en atención médica de calidad, por razones geográficas y económicas, así como educativas y de acceso a la información. Pero también por causas de discriminación por parte del personal de salud.
La legisladora puntualizó que esta situación es especialmente lacerante para las mujeres indígenas que son discriminadas no sólo por causa de las asimetrías económicas o de educación en relación con los profesionales de la salud, sino también por su pertenencia a diferentes etnias y grupos culturales.